Por Amalia Durante

Este artículo se basa en el estudio Analisi biodemografica di una popolazione dell'Appennino Parmense: Iggio (secoli XVIII-XX), de Enzo Lucchetti, en el que describe la evolución de la población a partir del siglo XVIII y hasta el siglo XX, a través del análisis de las fuentes registrales de origen religioso, más precisamente de los Bautismos, Matrimonios y Defunciones.

Para ello el autor se basó en estudios de la población de Iggio, frazione di Pellegrino Parmense (Parma, Emilia-Romagna), con metodologías demográficas y bio-demográficas, como el estudio del apellido.

Detalla como eran recogidos los datos a través de la iglesia, como los mismos representaban desprolijidades en cuanto a su exactitud y además explica por qué parte de la población de origen no católica quedaba excluida de los mismos.

Es muy interesante porque nos demuestra que los datos que tenemos de nuestros ancestros, muchas veces no se ven reflejados en los registros de bautismos, matrimonio y defunción.


Introducción

Los documentos de origen religioso constituyen la única fuente de datos para el estudio de la estructura y de las características evolutivas de la población Italiana de la edad moderna. La demografía histórica, se ocupa del estudio y análisis de la población del pasado con el objetivo de describir y explicar la gran tendencia demográfica y al mismo tiempo individualizar los factores que la determinan.

En la actualidad el estudio de la población contemporánea se basa en los censos periódicos, pero sobre todo en los registros del estado civil que proveen una descripción de las características de los sujetos y de las familias que componen la colectividad, observando y otorgando información detallada de los eventos demográficos principales: nacimientos, matrimonios y defunciones, estructura y características de las poblaciones, e inmigración.

Esta notable cantidad de información no ha siempre existido, y todavía no existe en muchos países en vía de desarrollo. Por un lapso largo de tiempo, que se remonta al inicio de la edad moderna, en Italia se disponían de pocas fuentes religiosas y civiles de tipo enumerativo.
 
Estas registraciones civiles se llevaban a cabo con objetivos de tipo fiscal, catastral y militar. La desventaja en el uso de estas fuentes está dado por la imposibilidad de analizar, en detalle, fenómenos como la fecundidad y la mortalidad, en cuanto no son asumidos como prioridades relevantes. También en la actualidad permiten estimar solo datos de la población en centros urbanos o rurales.
 
Entre los diversos tipos de fuentes históricas resaltaremos:

Fuentes Pre–Tridentine ¹

- Archivos civiles diversos sobre el estado de la población. Especialmente fuentes fiscales del Reino de Napoli del siglo XIII y del Catastro Fiorentino del 1427.
- Fuentes Eclesiásticas, sobre todo los Bautismos en los grandes centros urbanos.

Desde el Concilio de Trento a la  Revolución Francesa

- Fuentes civiles: Censos en el Reino de Napoli, las "enumeraciones" del Gran Ducado de Toscana, el Catastro Onciario en el Reino de Napoli (1753-54), el Censimento Farnesiano de Parma (1765)
- Fuentes Eclesiásticas: los Estado de Ánimas (Status Animarum), los Registros Parroquiales de Bautismos, Defunciones y Confirmaciones.

Revolución Francesa, período Napoleónico y post Napoleónico

- Estado Civil: Nacimientos, Matrimonios y Defunciones (desde el año 1805 en adelante)
- Censos del siglo XIX Pre-Unitarios
- Fuentes Eclesiásticas

Descripción de las Fuentes de origen Religioso

Los registros parroquiales fueron creados con motivaciones de origen religioso y para el control en el suministro de los sacramentos. Estos documentos han conocido una notable expansión a partir del siglo XVI, luego del Concilio de Trento, en el cual se especifican importantes normas para la registración de bautismos, matrimonios y defunciones.
En el año 1563, se determina la obligatoriedad de las registraciones de los bautismos y matrimonios, llevado a cabo por las parroquias. Esta reforma se completa con las especificaciones del Ritual Romano de Paolo V, en las cuales se sanciona la obligación de registrar las sepulturas y la compilación en el período pascual, de los Estado de Ánimas (Stato delle Anime). Entre los años 1500 y 1600 se difundió en Italia, una extraordinaria documentación relativa a cada comunidad parroquial.
La información contenida en los registros religiosos, luego del Concilio de Trento, sigue un esquema homogéneo que permite contar con diversos tipos de información de la población.

Bautismos
Fecha del bautismo (por lo general coincidía con la del nacimiento)
Sexo
Nombre del niño
Nombre y apellido del padre
Nombre y apellido de la madre (el apellido no siempre se especificaba)
Indicaciones de eventual ilegitimidad
Lugar de residencia de los padres
Profesión del padre (se especificó después del siglo XIX)
Generalidades del padrino y madrina
 
Matrimonios
Fecha del Matrimonio
Nombre, paternidad y maternidad de los esposos
Edad de los esposos (aparece a principios del siglo XIX)
Lugar de residencia de los esposos
Estado civil del matrimonio
Eventuales dispensas por consanguinidad.

Defunciones
Fecha de sepultura
Fecha de defunción
Nombre y apellido del difunto
Sexo
Edad cuando falleció
Estado civil del difunto
Padres del difunto (mas frecuente entre los niños y solteros)
Lugar de residencia del difunto
Profesión (aparece a principios del siglo XIX)
Causa de la defunción (esporádicamente por muerte accidental, o en ocasiones de epidemias)

No siempre los registros eran redactados con la información completa, ni tampoco estaban completos y por el contrario contenían poca información. Mucho dependía de la preparación cultural del párroco como así del conocimiento que éste tenía de su población. Se pueden encontrar registros que presentan períodos con información fundamental y otros que han sido llevados con muy poco cuidado. Otros problemas que atañen a estas fuentes, son debidos a la posibilidad de imprecisiones en las declaraciones de los eventos, entre los cuales se distinguen falta de precisión en los datos y la no inclusión de toda la población.

Esto último tiene su fundamento en que no toda la población era de origen católico y, consecuentemente, no han sido registrados. En poblaciones de fuerte tradición católica como la de Iggio, las personas de otras religiones no han sido registradas.

Además podemos encontrar tres tipos de omisiones en los registros:

- Falta de registros debido a situaciones particulares, como enfermedad o muerte del párroco que llevaba la inscripción de los registros. Esta omisión se produce debido al retardo en introducir los eventos en el registro.
- Omisiones selectivas, cuando no se registraba a un niño muerto inmediatamente después del parto.
- Omisiones sistemáticas, cuando por ejemplo, no se registraban los decesos de los niños debidos a la evaluación de la mortalidad infantil.

Registros de Matrimonio y errores en la edad declarada

Los registros mas completos son los de matrimonio, debido quizás a la implicancia social y a la publicidad del evento en sí.

La segunda tipología de error, aquella relativa a la exactitud, deriva sustancialmente de la falta, o de la no precisión, de información como:

La edad de la madre al momento de nacer su hijo
La edad de los esposos en el matrimonio
La edad al momento de la muerte
La falta de fecha en los mismos registros
Imprecisión en la transcripción de un apellido
Imprecisión en la edad en los Estados de Alma

En esta tipología de error de exactitud, la edad suele ser la variable mayoritariamente distorsionada. La edad declarada en los Actos Civiles y en los Estados de Almas, suele ser aproximada considerada como “Alrededor de” (“età tonde”). La edad calculada de los hombres suele ser mas a menudo, mas exacta que para las mujeres, lo mismo para los jóvenes que para los adultos y ancianos. También era más exacta para los ricos que para los pobres.
 
En lo que respecta a los errores de transcripción del apellido, estos se dan como resultado de la falta de asociación entre padres e hijos. Además, vista la modalidad de trasmisión del apellido, el error se puede retrotraer en el tiempo.

El origen del apellido

La difusión del apellido en los estratos sociales italianos se inició en los primeros años del 1600. En su formación está implícito el origen geográfico o étnico, la profesión, el status social, las características sistemáticas de sus portadores, también la paternidad como es el caso de los patronímicos, por ejemplo “ Di Giovanni", "Di Matteo”, etc.
 
La difusión del apellido tiene variables de interacción cultural, demográfica y biológica.

Se puede afirmar que la fijación o la pérdida de los apellidos se produce con la misma modalidad de las características biológicas heredadas.
 
En las sociedades con transmisión de apellidos patriarcales (donde el hijo hereda el apellido del padre), el mismo puede ser considerado como un gen situado dentro del mismo cromosoma, siendo por ende, transmitido según la línea masculina. Las variadas formas de apellido pueden ser consideradas como variaciones hereditarias. El apellido puede de esta manera ser considerado como un marcador genético. La frecuencia del apellido pudiendo ser considerada como frecuencia genética, se presta al estudio de una población y del consiguiente grado de subdivisiones, en la misma población.
 
Es posible, por tanto, estudiar el análisis del apellido, estimar la similitud o las diferencias de una misma población en diversos períodos históricos, y aún confrontar poblaciones diferentes geográficamente.
 
Este método, ofrece grandes ventajas, que se resumen a continuación brevemente:

- Facilidad para la investigación y relevancia gracias a las numerosas fuentes disponibles, ya sean civiles o religiosas.
- Extensión del análisis a poblaciones ya sean contemporáneas o pasadas, a través de los propios datos genéticos que pueden ser encontrados en las mismas poblaciones.
- Posibles evaluaciones de la movilidad de los individuos
- Información socio cultural de la poblaciones en sí mismas.

Existen obviamente algunas desventajas. Los apellidos al estar sujetos a variaciones no biológicas pueden presentarse: errores de transcripción, modificaciones, variaciones lingüísticas, ilegitimidad, procesos históricos y culturales, aparición de nuevos apellidos por expósitos o niños encontrados. Estas mutaciones conllevan una falta de similitud entre los heredados genéticamente en una línea familiar y su correspondiente identificación a través del apellido. Otra desventaja consiste en que el análisis del apellido esta limitado solamente a la línea masculina, dato que como se ha citado precedentemente, la trasmisión es de tipo patriarcal.
 

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Fuente
- http://www.tesionline.it/default/tesi.asp?idt=11783  de Enzo Lucchetti
¹
El término Pre-Tridentino se refiere a la situación previa al Concilio de Trento, de mediados del siglo XVI.


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On Line desde el 11 Enero 2002 | Última actualización septiembre 2024

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Ver también

Guía Genealógica ¦ Diccionario Genealogistas ¦ Entrada de Pasajeros ¦ Prensa Genealógica

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