Por Angel Jankilevich
Colección Revista Hospital y Comunidad
Historia del Hospital Italiano (1)
En 1836 se crea la Estación Naval Sardá en el Río de la Plata, ese reino de Italia había reconocido al Estado Argentino y ejercitaba un activo comercio y servicio de navegación tanto con Europa como por los ríos interiores, y existían iniciativas y necesidades de crear algún hospital para sus marineros, idea que no obstante no prosperó hasta que se produjo el arribo de importantes contingentes de inmigrantes.
La idea de un Hospital toma forma en una reunión en la casa del encargado de negocios del reino de Cerdeña: Cavaliere Marcello Cerruti, de la que participan el comandante de la Estación Naval Sardá capitán Juan Di Vascello Bautista Albini, junto a un nutrido grupo de compatriotas.
Después de algunas reuniones para tratar "pro y contra" de varios terrenos ofrecidos en venta, se adquieren los ubicados en la calle Santa Rosa, hoy Bolívar, esquina Ituzaingó, (actualmente Avenida Caseros) al precio total de 115.000 pesos, que se escritura "mediante acto notarial suscrito por la totalidad de la Comisión Provisoria".
El primer conjunto de suscripciones reunidas hasta el 12 de enero de 1854 ofrecía un resultado alentador: 1770 suscriptores por un total de $405.000. "Una prueba -dirá el historiador Idilio Meletti- de como la esperanza de la unidad nacional se traducía en un símbolo de amor en Buenos Aires, asumiendo una forma precisa en el hospital italiano, la primera iniciativa que hermanaba en una sola voluntad a los italianos emigrados".
El apoyo que la colectividad ofrece al hospital induce a la comisión provisoria a proceder a la iniciación del proyecto y a la colocación de la piedra fundacional.
Los trabajos se inician a ritmo acelerado mientras se recogen donaciones de los italianos residentes en Santa Fe, Rosario, Corrientes, Asunción del Paraguay, etcétera. En la estación Naval Sardá se encuentra una comitiva de 74 italianos que consignan sus aportes, también se reúne el aporte de 15 comandantes de navíos italianos.
No obstante comienzan a surgir resistencias a las recaudaciones como expresión de la incipiente división de la "colonia italiana" en tendencias monárquicas y republicanas.
Al respecto vale la pena recordar que el núcleo inicial de los italianos residentes en Buenos Ares estaba constituido principalmente por marineros que se habían dedicado al ejercicio del pequeño cabotaje a lo largo de los ríos argentinos, incorporados al comercio de esta ciudad, importando mercancías y abriendo el mercado argentino a los productos italianos.
Pero en los años siguientes a la caída de Rosas llegan a Buenos Aires numerosos inmigrantes provenientes de Montevideo, donde habían sido legionarios de Garibaldi, y en general prófugos políticos de distintas regiones de Italia, que no reconocían la autoridad Piamontesa.
Por su parte, los diarios de Buenos Aires anunciaban los preparativos que se hacían en Italia para continuar la guerra de la independencia. Las declaraciones de Mazzini sobre la "Guerra a los Reyes" aceleró el conflicto ideológico de los inmigrantes italianos entre monárquicos y republicanos, y era obvio, que frente a una iniciativa patrocinada por Víctor Manuel II, la oposición no tardara en manifestarse.
Suspendidos los trabajos del Hospital, los propósitos solidarios de los italianos de tendencia republicana, que era el grupo mayoritario, buscaron nuevos objetivos formando la Sociedad Italiana de Unione e Benevolenza el 18 de julio de 1858.
Esta sociedad mutual italiana, la más antigua del país, aún vigente entre nosotros, comienza a prestar servicios de inmediato. Al mes de constituida ya había contratado un médico, de apellido Medici, que iba de a caballo al "gueto" de italianos en la Boca y en San Telmo para atender a los enfermos.
Según el Dr. Francisco Loyudice, Unione e Benevolenza se crea "porque la comisión provisoria del hospital no salía a practicar lo que tenía que hacer: atender a los italianos. Y no había ninguna institución que lo hiciera ni tampoco alguna protección desde Europa. El reino de Italia todavía no estaba constituido, y nadie se ocupaba de esos 10.000 italianos que había en la ciudad de Buenos Aires. Por lo general indigentes que necesitaban una ayuda mutual y cultural".
El 17 de febrero de 1861 se proponía la creación de un Hospital Italiano de Unione e Benevolenza, que fuera expresión de todos los italianos.
Pero el advenimiento de la unidad e independencia de Italia llevó a que el 10 de abril de 1862 se constituyera una nueva "Comisión Edilicia" formada por miembros de las Sociedades Nacional Italiana y Unione e Benevolenza. Los miembros titulares y honorarios de la Comisión Edilicia de Conciliación suscriben $216.000 en cuotas individuales de $3.000 cada una para garantizar el cumplimiento de los trabajos.
En Mayo de 1865 el edificio estaba casi concluido cuando se inicia la Guerra del Paraguay. El Gobierno Argentino consulta al Cónsul Italiano Astengo sobre si esta dispuesto a ceder el hospital para los heridos de guerra, el que fue inmediatamente concedido. En una carta del 24 de junio del mismo año el Ministro de Guerra Gelly Obes escribía: "contando con el noble ofrecimiento de su señoría de poner a disposición del gobierno el Hospital Italiano para asistir a los heridos del ejercito argentino y de sus aliados en campaña, se ruega al señor cónsul se sirva dar una autorización al doctor Don Juan José Montes de Oca para que, como encargado de los hospitales de Sangre, sea puesto a su disposición aquel establecimiento para que proceda a dotarlo de lo necesario para recibir los heridos que deben llegar en breve" Al día siguiente el hospital quedaba en consignación del Gobierno Argentino, quien lo destinó a los heridos brasileños hasta el 31 de enero de 1867.
A partir de esta última fecha se retomaron rápidamente los trabajos y cuando ya se estaba terminando el edificio, el Municipio de Buenos Aires a raíz de la epidemia de cólera que había aparecido en Rosario y en San Nicolás y que llegaba al Barrio de la Boca de ésta capital, requiere el edificio para usarlo como lazareto y con el objeto de recibir pobres de diversas nacionalidades. La nueva consignación de este hospital para servir al conjunto de la sociedad se produjo el 7 de febrero de 1869. Producida la restitución del establecimiento y dado que no había finalizado la Guerra con el Paraguay, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Emilio Castro, con fecha del 22 de diciembre de 1869 lo requiere nuevamente al presidente de la Comisión Edilicia para uso del Ministerio de Guerra y Marina, el que es nuevamente concedido. Finalmente servirá una vez mas como lazareto durante la Gran Epidemia de Fiebre Amarilla de 1871.
Historia del Hospital Italiano (2)
Finalizados los trágicos episodios de la epidemia de fiebre amarilla, el primero de febrero del año siguiente la Inspección y Comandancia General de Armas de la República Argentina, mediante una carta firmada por Rufino Victorica comunicaba al Vicecónsul de Italia en el país " me es grato tener el honor de dirigirme a vuestra señoría por disposición superior para remitirle las llaves del establecimiento Hospital Italiano que ha sido desocupado desde ayer, habiendo sido trasladado el hospital militar que en él funcionaba a otro sitio"
El 8 de diciembre de 1872, con la presencia de autoridades argentinas e italianas, la de los presidentes de las diversas sociedades italianas y de un numeroso público, abrió sus puertas finalmente el Hospital Italiano: "La Banda Garibaldina ejecutó los Himnos Argentino e Italiano -relata el historiador Carlos A. Rezzonico- dos comisiones puestas a ambos lados de la puerta de entrada recolectaron ese día ochenta mil pesos en donaciones de monárquicos y republicanos. La Sociedad Unione e Benevolenza representada por el doctor Basilio Cittadini, ofreció una medalla de oro al Presidente del Hospital Italiano Achille Maveroff, que había sido años antes presidente de dicha sociedad".
Quince días más tarde, la misma Sociedad Unione e Benevolenza organizaba una gran fiesta benéfica que permitió recoger doce mil seiscientos sesenta y seis pesos a favor de esta institución.
"El Hospital Italiano, que en su proyecto original preveía una capacidad de 100 camas, contaba con ciento cincuenta a la fecha de su inauguración y se convirtió rápidamente en la Casa de Asistencia eficiente para los enfermos que había prometido ser para las numerosas sociedades italianas de socorros mutuos, cumpliendo la necesaria función asistencial en resguardo de sus asociados".
"El nosocomio respondía en realidad a una sentida necesidad de la población en general y fueron numerosas las sociedades mutualistas de otras nacionalidades que establecieron acuerdos asistenciales con el hospital, tales como la Sociedad Filantrópica Suiza, la Austroungara, la Portuguesa y otras, como surge del Acta de Comición Directiva de año 1873."
El Hospital tenía "un médico director que contaba con la colaboración de tres médicos jefes de sección, tres médicos asistentes, tres practicantes internos, un farmacéutico jefe y dos asistentes, ocho hermanas de caridad y 30 enfermeros y personal de servicio. Tenía 200 camas, de las cuales 190 estaban destinadas a los enfermos y 10 a los empleados".
Con el correr de los años el edificio de la calle Bolívar se reveló progresivamente insuficiente por el gran número de pacientes que requerían sus servicios. Bajo esas circunstancias el diario de la colectividad italiana "L’ Amico del Popolo" convoca a cien personas dispuestas a donar mil pesos cada una con destino a la ampliación del hospital. El éxito de esta campaña motivo otra convocatoria a mil benefactores dispuestos a aportar cien pesos cada uno.
Finalmente después de considerar las ventajas de ampliar o de construir un nuevo hospital la asamblea de socios del 25 marzo de 1886, decide adquirir la manzana de terreno en el que actualmente se levanta la institución, ubicada entre las calles Gascón, Potosí, Rawson y Perón, en el barrio de Almagro. Solar que había pertenecido a la Quinta del doctor Dalmacio Velez Sarsfield, y donde éste redactó el Código Civil Argentino.
El 30 de abril de 1899, dado que los aportes obtenidos de la colectividad no alcanzaban a la cifra necesaria para concluir los trabajos, se celebró una asamblea extraordinaria con el siguiente orden del día: "Providencias que se deben adoptar para concluir los trabajos del nuevo hospital" En el transcurso de la asamblea bajo la presidencia del ministro de Italia Malaspina, se decide contraer un préstamo de $200.000, que se toma en la principal institución bancaria de Italia en la ciudad con el aval personal de 20 asociados y el 15 de diciembre del mismo año se colocaba la piedra fundamental del nuevo Hospital Italiano, que abriría definitivamente sus puertas al servicio el 22 de diciembre de 1901.
En 1902 es designado presidente el ingeniero Juan Pelleschi que inicia un periodo de generosas contribuciones que, a través de una comisión de 11 miembros creada para el mejoramiento del hospital, logra equipar al establecimientos y realiza importantes ampliaciones.
En 1903 se crea la Escuela de Enfermería "para satisfacer una necesidad originada a partir del momento en que se prescindió del servicio de las religiosas"
En agosto de 1908 asume la presidencia de la Sociedad Italiana de Beneficencia don José Devoto y al año siguiente se crea la Inspección Sanitaria del Hospital, cargo que pasa a ser ocupado por el doctor Carlos Spada. Esta suerte de "auditoría sanitaria interna" que la propia sociedad del hospital realizaba sobre sus servicios y necesidades de sus pacientes y asociados, constituye un notable antecedente de la "garantía de calidad" y de preocupación por la forma en que eran atendidos los enfermos.
Quizás la obra más importante de este período fue la construcción y habilitación de los Consultorios Externos, el 20 de septiembre de 1913. Las nuevas dependencias, según expresión del doctor Spada, podían considerarse un "segundo gran hospital" y fueron designadas con el nombre de Juan B Solimano, benefactor del hospital que había contribuido decisivamente para poder completar este nuevo cuerpo edilicio.
En 1905 el Hospital asumió oficialmente el carácter docente que lo distingue, como surge de la memoria del Director Medico doctor Sacchi relativa al ejercicio 1905-1906 en la cual se lee "el carácter docente de la institución fue este año solemnemente confirmado. El doctor Nicolás Reppetto, profesor de la facultad de medicina, fue autorizado a dar semanalmente en el hospital un curso práctico de clínica quirúrgica agregado a la misma facultad. Las lecciones fueron frecuentes y numeroso su auditorio. Fue así que, mediante oportunas normas, médicos y estudiantes pertenecientes o no al hospital tuvieron en el gabinete de anatomopatología un precioso auxiliar de estudios e investigación en el campo histológico y bacteriológico".
En 1926 la institución inauguraba en la localidad suburbana de San Justo, próxima a la Capital Federal un "Asilo para ancianos y convalecientes".
Por Lic. Roberto Litvachkes
Autor del Libro "Historia del Hospital Argerich"
Hace tiempo le ofrecí a Analía Montórfano algunos párrafos de mi Libro sobre la Historia del Hospital Argerich, Analía aceptó el ofrecimiento pero me sugirió que tratara de escribir algo que relacionara el Hospital, el Barrio y la Colectividad Italiana, pedido al que accedí y este es el resultado del mismo.
Creo que es justo aclarar que este es un rápido esbozo del tema en base a algunos apuntes y referencias que utilicé para la realización del libro y que seguramente el tema merece ser profundizado por lo que espero sean perdonadas algunas inexactitudes en las que pueda incurrir.
Empecemos por enmarcar la situación de nuestro País y de la zona donde va a estar situado el Hospital Argerich.
“A partir de la segunda mitad del siglo XIX,[1]más precisamente a partir de 1880 se produce en Argentina un fuerte crecimiento producto de las exportaciones agrícola-ganaderas, esto exigió obras de infraestructura como tendido de vías férreas, electrificación de la red tranviaria, obras de alumbrado público” y dos áreas que en su momento se van a vincular: la construcción del Puerto y extensas obras de salubridad (Ampliar foto 137 Kb)
En solo 30 años el porcentaje de extranjeros de nuestro país pasa del 13 % al 30 % y en su gran mayoría elegían quedarse a vivir en los centros urbanos, como Rosario y Buenos Aires. En el caso de esta última se concentran en la zona del centro y en las cercanías del Puerto, en los distritos de San Juan Evangelista (La Boca) y Santa Lucía (Barracas).
El mayor problema es el déficit habitacional y la falta de infraestructura adecuada, el resultado será el hacinamiento en los conventillos, que eran viviendas colectivas en un primer momento improvisadas en viejas casonas patricias abandonadas en 1870 durante la fiebre amarilla. Luego continúan con la construcción de los conventillos donde se aúnan la pésima calidad de los materiales, la falta de condiciones de salubridad adecuadas y la pequeñez de las habitaciones producto de la avaricia de los propietarios, estas son las condiciones de vida de estos inmigrantes que han venido cargados de sueños e ilusiones.
La población estimada para 1870 en Buenos Aires era de 200.000 personas, el censo de 1904 da una población de casi 1 millón de personas!, las autoridades empiezan a tomar conciencia de la situación explosiva que se estaba generando.
Particularmente la zona del Puerto de Buenos Aires ha sufrido una profunda transformación, 30 años antes era una zona prácticamente inhabitada y hacia fines de 1900 se han trasladado ahí muchísimas familias genovesas.
Y se construyen astilleros navales, almacenes y “barracas” donde se almacenaban diferentes productos, en especial cueros.
Debido a que el barrio era lugar de entrada de los buques cargados con inmigrantes, fue uno de los puntos donde se concentró la población de recién llegados. Para 1895 La Boca, se había convertido ya en la segunda circunscripción de Buenos Aires y contaba con cerca de 39.000 habitantes, de los cuales 17.000 eran argentinos, 14.000 italianos, 2.500 españoles y el resto de otras colectividades.
Entonces, habíamos visto que las condiciones de vida deficitarias favorecían la aparición de problemas de salud y durante el período 1888-1896 se intentaron distintas soluciones para atender las urgencias y emergencias de los accidentados y de los más humildes[2]. Sin embargo, a pesar de la inversión económica, no se lograba una buena coordinación para la atención del público. El Consejo Deliberante había suprimido el Servicio de Asistencia a Domicilio que efectuaban los Médicos de cada Sección de la Ciudad, proyectando sustituirlos por las Casas de Socorro, pero en su mayoría no llegaron a instalarse y se volvió al sistema anterior.
También se había tratado de mejorar el Cuerpo de Inspectores Sanitarios afectado al control de los inmigrantes, sospechosos de estar contaminados por alguna enfermedad exótica. Se impulsa el dictado de leyes que obliguen a denunciar los casos de enfermos “infectados” y también la obligatoriedad de desinfectar sus casas. Se aspiraba a mejorar el Servicio de Asistencia Médica Nocturna, encomendando a médicos particulares que espontáneamente debían inscribirse para brindar esos servicios por llamado directo de los clientes a sus casas; este sistema tampoco llegó a prosperar.
Muchas de las medidas que se iban a tomar eran más de índole represiva que de prevención y asistencia, producto del desconocimiento y temor ante los inmigrantes y sus lenguas y dialectos extraños.
“si los inmigrante necesitan mas ayuda también necesitan controles especiales”[3]
Las repuestas que se proponen son por ejemplo aislamiento para inmigrantes con enfermedades exóticas o la construcción de Hospitales Barracas también para inmigrantes.
En 1896 es nombrado al frente de la Asistencia Pública el Dr. Telémaco Susini, provenía del área que hoy podríamos llamar sanitarista, discípulo de Guillermo Rawson de quien había convencido a las autoridades de la Facultad de Medicina que copiaran sus conferencias y cursos[4], traía concepciones muy diferentes al sector.
Una de sus primeras intervenciones fue en el sistema de atención de los servicios para los enfermos pobres, las urgencias y los primeros auxilios para toda persona que lo demandara. Para esto, dividió la ciudad en dos partes: Servicio de los Suburbios, en la cual se incluiría La Boca, y el servicio del Centro.
También, como parte del proceso de reorganización en el mencionado año se había decidido intentar realizar algunas economías en el Presupuesto Municipal; siendo que en 1896 la atención de la población menesterosa se había realizado con 21 médicos, en 1897 la misma se realiza con 10, lo cual ha significado un ahorro de $ 3.000.-, a la vez cierra algunos consultorios, entre ellos uno de la Boca, los vecinos se asustan y piensan que pierden la atención médica gratuita, por lo que elevan protestas que los diarios de la época recogen.
Los habitantes de la Boca “eran gente que luchaba permanentemente para salir adelante y mejorar, gente muy humilde que ahorraba para mandar a sus hijos a buenos colegios; y a la vez era un grupo de inmigrantes con gran inquietud intelectual, de los cuales podemos recordar médicos y maestros que en La Boca formaron las primeras sociedades del barrio. En 1900 había más de 15 mutuales en la zona, que tenían todos los servicios, incluso si ante fallecimiento de un asociado sus familiares deseaban repatriar sus restos, la sociedad se hacía cargo de los costos para el viaje a Europa. Por ejemplo la “Ligure”, la mutual que nucleaba a todos los inmigrantes provenientes de la región de La Liguria, o sea de Génova, tenía como institución médica para sus asociados el Hospital Italiano.”[5]
Con el tiempo se forma también lo que podríamos decir una elite obrera que mejora su condición económica pero no se va del barrio, sino que en el sitio donde tenían su primitiva casilla de madera construyen casa con 10,15 habitaciones y ayudan a sus compañeros obreros más humildes, y al barrio en general. Había una solidaridad extraordinaria, y las mutuales impulsaban este estilo de participación comunitaria, ayudando ante incendios, inundaciones, y cualquier catástrofe social. En el caso del teatro Verdi y de muchas otras se sumaban las actividades culturales; por ejemplo, en el teatro mencionado continuamente ofrecía conciertos la banda musical. En ese momento “la Banda del Verdi” era una de las principales del país, junto con la de “la Unión” de La Boca. Estas Bandas habían tenido un origen en común, pero un maestro muy estricto había provocado el enojo de uno de los grupos que conformó otra Banda; esto habla de la seriedad que tenían estas actividades para el barrio.
Si bien la mayoría de quienes conformaban estas sociedades eran italianos se caracterizaban por ser cosmopolitas. Hay otras sociedades por regiones de procedencia de Italia.
Entonces vemos que Boca estaba caracterizada por una población generalmente obrera, y muy organizados debido a su formación política, por lo que después de las protestas en los distintos medios barriales el Dr. Susinida a conocer la respuesta.
Explica[6] la habilitación de mejoras en el consultorio de la calle Brandsen y la promesa de instalar otros consultorios para la mejor atención de los vecinos. En la misma nota, adelanta que los vecinos de La Boca se reunirían para dar forma a la idea de recolectar fondos, a fin de comprar un terreno y donarlo a la Municipalidad para que construya allí el Hospital Seccional que tiene proyectado y cuyos fondos ($ 26.000.-m/n) han sido ya votados por el Consejo Vecinal.
El 1ro de enero de 1897 se inaugura oficialmente el pequeño consultorio policlínico externo, el cual consta de tres piezas. Se nombra Director al Dr. Juan Aicardi. El nombre inicial de sala sería “Hospital Vecinal de La Boca”. Era una construcción económica, apropiada a las necesidades de la zona. También se conoció con el nombre de “La Asistencia” por el apoyo que le brindó el Director de la misma.
Entre otras la razón para nombrar al Dr. Aicardi como Director fue el origen Italiano del mismo, ya que era necesario que hablara la lengua de los pacientes para lograr la confianza de los mismos.
El Hospital de la Boca fue rebautizado como Hospital Argerich en 1904, en 1945 se mudó a su actual sede. Desde su fundación hasta la fecha estuvo ligado a las instituciones barriales y fundamentalmente a las de origen Italiano, algunos de sus principales médicos son nombres ilustres en la zona como el Dr. Eduardo Sichero Rabosa médico extraordinario, Jefe de Pediatría y miembro de una familia fundadora de La Boca o el Dr. Jorge Canesa que ejerció la profesión hasta los 92 años, que jamás dejó de concurrir a los pedidos de cualquiera de las zonas del barrio, por peligrosa que ésta fuese; muchas veces le robaron su botiquín pero se limitaba a comprar otro y seguir adelante con su tarea.
Estos son algunos de los apellidos Italianos relacionados con el Hospital que podrían servir como ejemplo pero podríamos sumar muchos otros de igual origen y del propio barrio.
Las tareas de estas asociaciones y de vecinos que iban teniendo mejor posición económica permite también mediante rifas, reuniones en el Verdi y donaciones ir ampliando salas y servicios del Hospital.
En 1945, cuando el Hospital está a punto de pasar a manos de una Empresa del Estado se unen todas las organizaciones, desde la izquierda anarquista hasta la Iglesia y juntos consiguen recuperar el Argerich, otro apellido de quien tuvo una actividad extraordinaria de solidaridad para con el hospital fue el Artista Plástico Quinquela Martín, quien se constituyó por decisión propia en constante benefactor del mismo, también podemos mencionar a J. Castagnola, R. Bianchi, A. Poliza, J. Stagnaro y muchos otros presidentes y socios del Darling Tennis Club, institución deportiva que estaba con anterioridad en los terrenos que actualmente ocupa el Argerich y a pesar de haberlos cedido con los problemas que esto le provocó, en una actitud solidaria y generosa organiza periódicamente eventos en beneficio del Hospital.
A fines del 2003 se lo nombró Hospital responsable de la salud de los miembros del Poder Ejecutivo y es reconocido como el principal Centro Médico Público de Referencia, en Medicina de Alta Complejidad de América Latina, su prestigio está absolutamente ligado al esfuerzo de miles de inmigrantes Italianos que hablan con orgulloso del “Argerich, su Hospital de La Boca“.
[1] Juan Suriano – Serie Historia Testimonial Argentina de Centro Editor América Latina.
[2] R .Madero y E. Coni - Memoria y Balance Asistencia Pública 1910
[3]Ramos Mejía, Informe al Congreso Deliberante. 1834
[4] E. Cantón – Historia de la Facultad de Medicina
[5] Ruben Insúa, Fundador Museo de la Boca y en su oportunidad de la autoproclamada República de la Boca
[6] Enero de 1897, diario La Nación.
Santa Francisca Javier Cabrini
SU VIDA
Santa Francisca Javier Cabrini nace en Sant´Angelo Lodigiano el 15 de julio de 1850.
En 1868 recibe el diploma de maestra y comienza su trabajo de educadora. El Obispo la envía al orfanato "Casa de la Providencia": allí concreta el inicio de su vida misionera, haciendo su consagración religiosa a los 27 años, junto con cinco jóvenes de dicho orfanato.
En 1880, en Codogno, funda el Instituto de las Misioneras del Sagrado Corazón. Si bien su deseo profundo es llevar el anuncio de Jesús a Oriente, acepta el pedido del Papa León XIII y viaja a los Estados Unidos para ocuparse de los inmigrantes italianos. De ahí en adelante no cesa en su tarea apostólica. Entre sus múltiples viajes, llega en 1895 a Argentina, después de cruzar la Cordillera a lomo de mula, para fundar el Colegio Santa Rosa, primera obra en nuestro suelo. Visita que reitera en 1901 Y en 1907, para otras cuatro fundaciones en nuestro país.
El 22 de diciembre de 1917 muere en Chicago. Beatificada el 13 de noviembre de 1938, es canonizada el 7 de julio de 1946 por el Papa Pío XII y, posteriormente, proclamada Patrona de los emigrantes.
Su Santidad, Juan Pablo II, la declara " misionera de la nueva evangelización" en julio de 1996, profetizando la vigencia y necesidad de su obra y su carisma en el tercer milenio.
SU OBRA
En menos de un siglo pasa de un pequeño pueblo a la gloria.
Madre Cabrini es una figura excepcional que pone de manifiesto cuánto es capaz de hacer quien se abandona en los brazos de Jesús y deposita toda su confianza en Él.
A partir de su llegada a América del Norte en 1889 cruza más de 26 veces el Océano y disemina fundaciones de escuelas, hospitales y orfanatos en los dos continentes:
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Estados Unidos, Nicaragua, Argentina y Brasil, en América.
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Francia, España, Inglaterra e Italia, en Europa.
Con el tiempo Madre Cabrini ha entrado hasta en la leyenda. En la crisis de "Watergate", EE.UU., los americanos publicaron: "para gobernar América es necesario una Madre Cabrini". Muestra indicadora de una popularidad fuera de todo parámetro humano.
A tal punto se destaca su figura, que es elegida como una de las diez mujeres más famosas del siglo XX. Ciertamente, si sorprenden su trayectoria y su servicio, es indiscutible su esfuerzo en defensa de la mujer, postergada, no escuchada, ni atendida en su dignidad, realidad cruelmente experimentada en el contexto de su época.
SU ESTILO
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Luchó contra la segregación racial.
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Dignificó la vida de los inmigrantes italianos.
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A pesar de su debilidad física, cruzó los Andes en mula para expandir su Instituto.
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Su modo de organizar se asemejó a los estratégicos movimientos de una partida de ajedrez: ubicaba sus misiones como almácigos, para cosechar maestras para sus obras.
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Vivió el dolor de las cárceles, de las minas, de los pueblos indígenas y de los miserables barrios de inmigrantes,.
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Inauguró e impulsó todas sus obras.
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El tiempo era poco y el mundo pequeño para ella; quería derramar sobre él, todo el amor de Jesús y de su Madre.
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Nunca hizo alarde de su piedad. Su mundo interior fue un misterio del cual sus discípulas sólo percibían chispazos a través de sus obras.
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Su vida ardió en la contemplación del Sagrado Corazón. En Él se confortó e hizo suya su fuerza.
" Si bien se conoce a Madre Cabrini como aquélla para la cual " el mundo era demasiado pequeño", pocos saben que la aplastante actividad se afianza en un continuo esfuerzo de educadora. Madre Cabrini tiene la convicción de que la educación intelectual no puede disociarse de la moral y de los sentimientos. Ella sabe que no se puede hacer en el educando una "injusta y cruel separación entre el intelecto y la voluntad"…
L´Osservatore Romano, 8 de mayo de 1980
SUS PALABRAS Y MENSAJES
"Procuren multiplicar las misiones. Transmítanselo a tantos jóvenes, a los cuales Dios les ha concedido la ciencia y las buenas cualidades. Díganles que no mantengan sepultado el talento recibido. Animen a todos nuestros amigos para que no se cansen de ayudar. Bienaventurados aquéllos que hayan colocado su caridad en el bien."
"Es ciertamente verdadero que si las gracias no llegan a nosotros es porque nosotros mismos las alejamos con nuestro poco amor" - Cartas, 18 de mayo de 1890
"Sigamos las pisadas de María, venzámonos a nosotros mismos, cueste lo que costare y tendremos paz en nuestras almas y alegría en nuestros corazones" - Cartas, 8 de septiembre de 1891
"El rostro alegre lleva también el gozo a todos los que lo rodean" - Cartas, 9 de septiembre de 1891
"¿Para qué perder la paz y llevar la tristeza a todas partes, por algunas ideas o caprichos?" - Cartas, 9 de septiembre de 1891
"El amor de Dios, cuando penetra en un alma, no solamente aligera toda pena, sino que hace llover en ella tanto rocío de paraíso que la alegra y la embriaga" - Cartas, 15 de octubre de 1891
"La fe y la oración unidas constituyen una potencia superior a todo pensamiento" - Cartas, 19 de septiembre de 1894
En Argentina
Instituto Cabrini (Flores)
César Díaz 2052
Capital Federal – C.P. 1416
Instituto Santa Rosa (Centro)
Bartolomé Mitre 1655
Capital Federal – C.P. 1037
Instituto Santa Rosa (Caballito)
Rosario 638
Capital Federal – C.P. 1424
Escuela Cabrini (Villa Amelia)
Baradero 2770
Lomas de Zamora, pcia. de Buenos Aires – C.P. 1838
Instituto Madre Cabrini
Avenida Pellegrini 669
Rosario, pcia. Santa Fe C.P. 2000
Colegio Madre Cabrini
Gdor Pedro Frías 162
Capilla del Monte, pcia. de Córdoba
Instituto Sagrado Corazón
Avenida Mitre 1222
Villa Mercedes, San Luis – C.P. 5730
Instituto Madre Cabrini
Suipacha 1777
Villa Mercedes, San Luis – C.P. 5730
Curso gratuito de Orientación Vocacional por correspondencia a cargo de la Hna. Flora Giovagnoli
Remedios de Escalada de San Martín 2015, Capital Federal – C.P. 1416
Misión de Paraguay
Misioneras del Sagrado Corazón de Jesús
Santiago Francisco Costantini 192
Barrio Villa Amelia
Ciudad de San Lorenzo, Paraguay
"… ES TIEMPO YA DE QUE EL AMOR NO
ESTÉ ESCONDIDO, SINO QUE SE VUELVA
VIVO Y OPERANTE…"
(Sta. Francisca J. Cabrini)
ORACIÓN
¡Oh Santa Francisca Javier! Oh tú que decías como el Apóstol: "Todo lo puedo en Aquél que me conforta", ahora que estás gloriosa cerca del Celestial Esposo, suplícale por la gracia que espero.
Gloria al Padre, etc
Por Carlos Skovgaard (†)
Extracto de algunos libros con curiosidades sobre historias de inmigrantes a la Argentina.
Fuentes de los Artículos:
La Boca del Riachuelo, de Ronald Shakespear
Los Genoveses en Bs As, de Italo Garibaldi
El Barrio de La Boca, por Antonio J. Bucich.
Antecedentes del Puerto de La Plata
Experiencia personal
El Primer Maquinista del Ferrocarril en Argentina
Artículo de la revista Caras y Caretas
Antiguas Plazas de la ciudad de Buenos Aires – Ricardo M. Llanes
Historia y leyenda del Arroyo Maldonado – Luis A del Pino
Estatuas y Masones – Juan Carlos Bedoya
Revista Buenos Aires nos Cuenta, N° 18 publicada en Julio de 1991
Con aportes de Pedro Fiallo Montero
Inmigrantes en La Boca
Esta síntesis aporta muchos Apellidos Italianos, sobre todo de la zona de la Boca, en Buenos Aires.
La Boca del Riachuelo
Ronald Shakespear, artista plástico argentino, escribió un libro sobre La Boca, en él cuenta que una casa de tres pisos sobre la calle Alte Brown, es la réplica exacta de la torta de bodas del principe Victor Manuel, la hizo un arquitecto italiano a pedido de un empresario boquense.
Los Genoveses en Bs As
Los clubes River y Boca, nacieron en la Boca. River primero se llamó Rosales, en homenaje a una goleta que se había hundido. Se constituyó el 25 de mayo de 1901, según dice la placa que se encuentra en el atrio de la Iglesia de San Juan Evangelista, en la Boca. Luego, un grupo de jóvenes que practicaban futbol en el baldío de la barraca de carbón Wilson, quiso hacer del equipo un club de futbol, y lo llamó Santa Rosa, por el 30 de agosto, dia que asi lo resolvió. Los dos equipos se unieron y decidieron ponerle un nombre inglés que tomaron de unos cajones amontonados en el puerto de La Boca, y tenían escrito "The River Plate". Los colores de la camiseta fueron tomados de la bandera genovesa, que es blanca con una cruz roja en el medio.
El club Boca Juniors también puso su placa en el atrio de la Iglesia San Juan Evangelista y dice que fue fundado el 3 de abril de 1905. Su camiseta era a rayas verticales blancas y negras, muy delgadas. Pero otro club de Almagro, tenía la camiseta igual. Decidieron hacer un partido por la tenencia de los colores y perdió Boca, que debió buscarse otros colores. Los componentes de nuevo club no se ponían de acuerdo. Entonces, uno de ellos, Juan Brichetto, que era el encargado de dar paso a los barcos en el dique de la dársena, propuso: "Mañana por la mañana, el primer barco que pase dará, con su bandera, los colores que buscamos". Todos aceptaron. El barco fue sueco: bandera azul y amarilla. Esa fue la camiseta de Boca Juniors.
El club Boca Juniors nació en un banco de la plaza Solís, de la Boca. Su primera cancha la tuvo en Wilde hasta el año 1916. La cancha de River Plate estaba en Dársena Sud y fue su presidente José Bacigaluppi, auténtico genovés, el que decidió trasladarla al baldío de Nuñez.
Desde los mismos comienzos, los encuentros de Boca y River, constituyeron el "clásico" del fútbol argentino.
El Barrio de La Boca
Descripción de oficios y primeros emprendimientos en la Boca
Oficios
Los italianos que se instalaron en La Boca, trabajaban en su mayoría en talleres de reparaciones navales o eran pescadores embarcados y con red para el aprovisionamiento de la ciudad, antes de la existencia de las cadenas de frío.
Hubo oficios en que fueron casi excluyentes como en la industria curtidora, instalándose en el partido de Lanús, generalmente sobre la vera del riachuelo.
También muchos tenían quintas de verduras o se dedicaban a la comercialización de la misma, especialmente piamonteses y friulanos.
El sector de la construcción también empleó a muchísima mano de obra italiana, inclusive de esos modestos albañiles surgieron la mayoría de los empresarios de la construcción actuales.
Como existía el estado benefactor que les aseguraba la gratuidad de los estudios universitarios, muchos hijos de albañiles estudiaron ingeniería que sumados a la experiencia y práctica de sus padres devinieron en pequeñas empresas contratistas, algunas con gran éxito posterior.
Vivienda
Los genoveses tenían gran experiencia en la construcción de viviendas en zonas inundables, lo hacían sobre pilotes y con chapas, por eso compraban terrenos baratos, parte de la Boca era propiedad, como inversión de Carlos Pellegrini "un paesano", y las pintaban con sobrantes de pinturas de los barcos de allí la multiplicidad de colores.
Los conventillos, en su gran mayoría estaban en La Boca, casi todos los inquilinos eran italianos, así como los propietarios que ejercían una política rufianesca. Evadían todas las disposiciones municipales y sanitarias, las habitaciones tenían solo una puerta de entrada, que podría ser vidriada o no, y no tenían ventanas, se cocinaba adentro de la misma en invierno, o en el patio común en verano. No se respetaba la proporción habitaciones/baños y solo había un par de piletones para el lavado de la ropa.
Los abusos fueron tan grandes hacia sus connacionales, quienes no tenían garantes para un alquiler mas digno y debían pagar por adelantado, que un grupo de italianos, algunos mas tarde serían catalogados de anarquistas, inician la famosa huelga de inquilinos durante la presidencia de Julio Argentino Roca, quien hasta debe enviar tropas para reprimirlos. Luego se llega a un acuerdo que es medianamente respetado y al poco tiempo las cosas siguieron como antes, el famoso gatopardismo que dice "algo debe cambiar para que todo siga igual". Con la inmigración, también se importaron los problemas sociales como anarquismo, ácratas, etc.
Educación y Cultura
Los primeros educadores de la Boca fueron italianos, el mas recordado Marino Froncini, fue durante 28 años maestro de la primera escuela boquense, se improvisó como maestro, no lo era, pero tenía una preparación que le permitió enseñar a leer y a escribir a los hijos de inmigrantes. Enseñaba en una casa de la calle Necochea con un auxiliar también italiano, Natalio Burga, luego ya aceptado como maestro ejerció el magisterio en la escuela de varones N° 1, ubicada en Lamadrid 210, cuando se jubila lo sucede otro educador italiano Domingo Bértora, ambos maestros. Aún siendo italianos lucharon para que los hijos de italianos se adaptaran al nuevo idioma, son recordados por que no quisieron romper la intimidad de la familia italiana, pero influyeron en sus hijos para que adoptaran el patriotismo de su nuevo país.
El primer periódico boquense El Ancla, una publicación bisemanal, tenía su redacción en la calle gral. Brown (no Alte.) 21 y su creador fue un italiano don J. A. Pisani y comenzó a aparecer en julio de 1875.
En los últimos números comienza a aparecer el nombre de quien sería un destacado vecino don José Ragozza, quien fundara la primera farmacia y en muchos casos se veía obligado a actuar como médico. Entre los avisos se destacaban como anunciantes el almacén de ramos generales de don Cirilo Antognini, el comercio de Ambrosio Casareto que vendía pasajes para cualquier punto de Europa y subscripciones de diarios europeos así como unos cuantos avisos en italiano.
En 1875 se funda la sociedad El Progreso, todo un club social, y entre sus fundadores se destacan P. Pini Roncoroni, José Ragozza, Domingo Cichero (hoy sus descendientes son funebreros y dueños de la principal casa de velatorios boquense), y muchos apellidos italianos más.
A La Boca llegaron principalmente italianos de Génova, u oriundos del Po, del Arno o del Adigio.
En 1875 se funda en La Boca la logia masónica Liberi Pensatori, mas tarde la Sociedad José Verdi. En 1878, Bomberos Voluntarios de La Boca, en 1895 la Torcuato Tasso.
Fue don Tomás Liberti, quien convoca a sus connacionales para la creación del Cuerpo de Bomberos Voluntarios, y fue su primer presidente, su lema era Volere é Potere. En 1889 el Pte. Juárez Celman los prohibe, medida que será derogada años mas tarde por el Pte. Carlos Pellegrini.
Una vez cerrado el periódico El Ancla, se funda Cristóforo Colombo, a quien seguirían los lectores del anterior. Un periodista italiano, radicado en el barrio, don Antonio Massone, en 1892 organiza los festejos de los 400 años del descubrimiento de América.
El primer teatro boquense fue Dante Alighieri, que se abre en 1883, la tragedia y el drama italiano eran los géneros mas representados en él. Tenía iluminación a gas y ocupaba una superficie de 420 m2. En 1881 se inaugura el Ateneo Iris, con capacidad para 500 personas, lo inauguró la Societá Filodramática representando Aída o Faraoni e Etiopi. La sala disponía de una iluminación provista por 75 picos de gas y servicios sanitarios con aguas corrientes.
En 1880 el piamontés Sebastián Gimbaudi abrió en la Avda. Brown la Confiteria Ligure donde también funcionó el teatro Panterpe. Posteriormente se realizaron allí las primeras exhibiciones cinematográficas del barrio.
La primera sucursal boquense del Banco Nación Argentina se inaugura en 1892 y en su consejo de administración figuran los vecinos Federico Baglietto, José Castagnola, Tomás Craviotto, Domingo y Sebastián Cichero, Santiago Garrone, José Ragozza y Enrique Boglino.
Quizás los hacedores mas conspicuos del tango sean boquenses. El tano Genaro, a partir de 1897 regentea el Café del Sur, donde se daba biógrafo, como se decia entonces, con vistas. Tancredi, puso hacia 1876 un bailetín en la calle Olavarría, muy cerca del camino "vegio". Casi enfrente estaba otro local similar, el bailetín de Zani. El padre de Juan de Dios Filiberto (Filiberti en realidad), estaba instalado en Necochea y Brandsen, donde nació Juan de Dios, el autor de Caminito. En 1890 Villoldo actuaba en un cafetín situado en el mercado Garibaldi. Los piringundines de la zona los regenteaba el itálico Manuel Peri.
Con Francisco Parodi nacen las manifestaciones del arte plástico en La Boca, este escultor que profesaba el amor al arte, había llegado a la riviera (se refiere a La Boca), a mediados del siglo XIX y había puesto su taller a pocos metros de la casa donde nacería Benito Quinquela Martin. Otro artista de renombre fue Cafferatta, quien viajó a Italia y estudió con maestros de gran prestigio, a su regreso se ocupó de la ejecución del monumento al Alte. Brown. Muchas obras de Cafferatta, entre ellas El Esclavo, pueden verse en los Bosques de Palermo. Otro escultor boquense fue Américo Bonetti, perteneció al grupo que acompañó a Antonio Schiaffino, se destacó como escultor animalista y en temas aborígenes. Además no deben olvidarse artistas como Alfredo Lazzari, egresado de la Academia del Reino, en Lucca, Italia. Llegó a Buenos Aires a mediados del siglo XIX y se radicó en La Boca, instaló su taller en la Unión de La Boca, entre sus alumnos estuvieron Benito Quinquela Martin, Juan de Dios Filiberto, Fortunato Lacamera y Arturo Maresca.
El fotógrafo boquense por excelencia fue Arquímides Imazio, de Gral. Brown 126, verdadero archivo gráfico de La Boca del siglo XIX, que lamentablemente fuera destruido por las llamas.
Finalmente, la parte sanitaria, en 1897 se establece en la calle Brandesn 55 , una estación sanitaria, bajo la dirección del Dr. Juan Alcardi, que en el año 1900 se transforma en Sala de Primeros Auxilios y en 1906 en el Hospital Vecinal Cosme Argerich.
(Nota de Carlos):
Era importante que el primer médico boquense fuese italiano. Los residentes eran muy cerrados en su expresión idiomática, se resistían de algún modo, a aprender el castellano, por eso se destacaron los maestros que trataron que los hijos de inmigrantes se adaptaran al nuevo idioma, y un médico para dar el diagnóstico debía conocer los síntomas a través de lo que su paciente le pudiera expresar.
Origen de Villa Devoto
El nombre de ese barrio porteño se debe a don Antonio Devoto, fundador y presidente del Banco de Italia y Río de la Plata entre otros muchos emprendimientos. Una de las fortunas mas grandes de América Latina en su momento, había nacido en Lavagna, población cercana a Génova, en 1832 y llegó como inmigrante en 1854, y años mas tarde sería gran colaborador del gobierno italiano durante la I Guerra Mundial, a tal punto que el rey Victor Manuel III le otorga el título de conde. En nuestro país fue el impulsor de la construcción del Hospital Italiano, por sus acciones filantrópicas recibió las siguientes distinciones:
- Caballero de la Corona de la Orden de Italia
- Caballero de la Orden de San Mauricio y San Lázaro
- Comendador de la Corona de Italia
- Caballero de la Orden del Mérito del Trabajo
- Gran Oficial de la Corona de Italia
Si bien no dejó descendencia, estuvo casado en dos oportunidades, primero con la condesa Rosa Viale, y luego con doña Elina Pombo.
Construyó el Palacio Devoto, una obra faraónica, que en su momento fuera la residencia mas importante de la ciudad, lugar en que se alojara el príncipe Humberto de Saboya cuando este visitara Argentina, pero que su construcción fue concebida con la idea de alojar al rey, quien finalmente nunca viajó a Argentina a pesar de haber aceptado la invitación. La residencia que diseñara el Arq. Buschiazzo, y se construyera sobre la actual Av. Salvador Maria del Carril, nunca pudo ser habitada por su dueño, ya que falleció en 1917 antes de su finalización que fue en 1921, tenía orfebrería de plata, mármoles de Carrara, mosaicos florentinos y los cielorrasos tenían adornos de oro macizo, muebles especialmente importados de Europa, donde fueron diseñados y fabricados a medida de cada una de las habitaciones, una inmensa pileta de natación y varias fuentes. La actual iglesia San Antonio de Padua, formaba parte de la mencionada propiedad y es una reproducción del Panteón Real de Superga, colina situada a 6 Kms. de Turín.
El palacio era tan enorme y caro, que no existían en la Argentina compradores para él, finalmente fue demolido en 1938 y se hace un loteo del predio.
Hay una leyenda urbana que cuenta que don Antonio Devoto, durante la obra, enterró allí una enorme fortuna que hasta ahora no apareció.
También donó los terrenos necesarios para la actual Plaza Arenales, y los de la estación del Ferrocarril Buenos Aires al Pacífico, que lleva su apellido y fuera inaugurada el 13 de noviembre de 1888.
La villa fue construida en las tierras mas altas de la ciudad, que llamaban "Córdoba Chica". El loteo original, pensado para residencias importantes, era de cuatro lotes por manzana.
También corrió por cuenta del Arq. Buschiazzo el diseño de la villa, hay que destacar en ella la cantidad de parques y jardines existentes en su trazado, tal es así que aún hoy conserva la mayor proporción de árboles por metro cuadrado dentro de los barrios de la ciudad.
La idea era hacer una zona parquizada de grandes residencias, pensando que la mayoría de sus vecinos serían italianos exitosos y ricos pertenecientes a su círculo de amistades. Entre los primeros adquirentes estaban el barón Demarchi, yerno del presidente Julio A. Roca, el millonario Barolo, el propio Buschiazzo, los Stoppani, los Bagnardi, los Dellacha, y muchos italianos de fortuna, que en no todos los casos construyeron sus residencias, si bien aún hoy podemos ver muchas mansiones y palacios de estilo netamente italiano, con la llegada del ferrocarril también se establecieron en la zona muchos ingleses que eran parte del personal jerárquico ferroviario.
Con el paso de los años, el barrio se fue popularizando y llegan a Villa Devoto italianos de menores recursos, fundándose la Societá Operai Italiani, que se ocupó de la organización de los primeros corsos barriales que eran musicalizados por la orquesta de la mencionada sociedad.
Ferruccio Togneri, destacado tirador, fundó la Legión de Italianos Voluntarios, creando un polígono de tiro en Villa Devoto, que se inaugura en septiembre de 1895 y pasa a llamarse Societá Italiana di Tiro a Segno, que años mas tarde se mudaría a El Palomar de Caseros (hoy El Palomar).
Por lo tanto el barrio de La Boca era el lugar de llegada de los inmigrantes de menores recursos, comenzaban habitando los conventillos, a medida que progresaban mejoraban sus viviendas, se convertían en propietarios, y cuando el progreso además de ser económico era social, en lugar de elegir el Barrio Norte o Recoleta donde estaba asentada la capa social mas alta que eran en general descendientes de españoles elegían Villa Devoto para sentirse mas entre pares.
Antecedentes del Puerto de La Plata
Los frigoríficos Armour y Swift, que eran la principal fuente de trabajo privada de Berisso, Ensenada y gran parte de La Plata, tenían sus propios muelles y se hacía aduana allí, los buques que arribaban no hacían escala en Buenos Aires.
Mi abuelo ocupó un cargo directivo en Armour, pero era un adicto al trabajo y casi no viajaba, en cambio mi abuela y mi padre si lo hacían frecuentemente a Europa saliendo y regresando desde el muelle del frigorífico. La mayoría de los buques se dirigían a Liverpool. ya que llevaban carne congelada y la descarga se haría en un puerto con cámara de frío. En ellos había capacidad para ocho a diez pasajeros y el capitán tenía la posibilidad de llevar invitados, a veces familiares de los oficiales y en otras funcionarios del frigorífico.
Mas adelante se construye el Puerto de La Plata, originalmente llamado Los Diques, pero como se construyó solamente uno se lo conoce como El Dique, muchos barcos de carga que atracaban allí no pasaban por Buenos Aires, no necesariamente por que la carga estuviera destinada a La Plata, era un puerto de alternativa cuando el de Buenos Aires estaba saturado.
El Primer Maquinista del Ferrocarril en Argentina
Artículo aparecido en la revista Caras y Caretas. Año IV N° 144 6 de julio de 1901. Sección Portfolio de Curiosidades
"El primer individuo que manejó una máquina de ferrocarril en nuestro país, fue el maquinista Alfonso Covassi, quien gobernaba la máquina de la línea del oeste que salía de la actual Plaza Lavalle y alcanzaba hasta el 11 de septiembre, inaugurándose la línea cuando los rieles llegaron a La Floresta el 26 de agosto de 1857. Covassi era italiano y fue jubilado por la empresa"
Aunque no lo dice el artículo, era "La Porteña".
La Plaza Italia
Un homenaje de la ciudad de Buenos Aires a la colectividad italiana.
Ante todo hagamos un poco de historia del lugar que se encuentra en la intersección de la actual Avda. Santa Fé, antiguamente camino a Santa Fé y la Avda. Sarmiento. Eran lugares muy bajos e inundables, hasta que el Gob. de la Pcia. de Buenos Aires don Juan Manuel de Rosas decide rellenarlos y abrir un camino hasta su residencia, ese camino es la actual Av. Sarmiento. En el año 1874 durante la presidencia de Domingo Faustino Sarmiento se decide parquizar los terrenos bajos que estaban a la vera del Río de La Plata, naciendo así el Parque Tres de Febrero mas conocido como Bosques de Palermo, esta obra estuvo a cargo del arquitecto paisajista Carlos Thays, quien convirtió esos bañados en un espectacular parque.
Precisamente, la entrada se encontraba frente a los que es hoy Plaza Italia y para ponerle una marco adecuado a ese parque que se convertiría en el paseo mas elegante de la ciudad, se decide la construcción de tres grandes pórticos de entrada para jinetes y carruajes y dos menores, una a cada lado para los peatones, estas entradas estaban abiertas durante el día y se cerraban al anochecer por unos impresionantes portones de hierro que había sido forjados en los talleres del mejor herrero artístico de esos años, un italiano, don Silvestre Zamboni. A partir de la inauguración de la magnífica entrada, la plaza que estaba enfrente pasó a llamarse Plaza de los Portones.
El 3 de junio de 1882, muere José Garibaldi, para esas épocas ya existía el telégrafo y el cable telegráfico submarino, que unía el sur de Europa con algunos puertos de Brasil, Montevideo y Buenos Aires, que también fuera realizado por una empresa italiana. Por lo tanto la noticia se conoce de manera casi inmediata en Argentina, donde Garibaldi había sido un personaje muy popular ya que todos conocían su lucha en el Río de La Plata. Entre las clases mas informadas, donde predominaba el pensamiento liberal, y especialmente entre los masones, ya que había sido uno de ellos, surge un sentimiento de congoja. En este contexto, el Gran Oriente Argentino convoca a un funeral cívico que, para dar tiempo a la llegada de delegaciones del interior, se realiza el 25 de junio en la Plaza 11 de Septiembre, participan la Sociedad Mazzini, Sociedad Unione e Benevolenza, Sociedad Umberto Primo, Unión de La Boca, Sociedad Unione e Fratelanza Italiani, mas otras sociedades de las colectividades españolas, francesas y portuguesas entre otras nacionalidades totalizando ochenta instituciones.
En 1897 a instancias de las logias masónicas y la colectividad italiana, se inicia una colecta para reunir fondos con el propósito de donar una estatua de Garibaldi a la ciudad de Buenos Aires, para ello se publican avisos en diarios como La Nación y La Prensa, la idea tiene buena acogida y se le encarga la escultura al artista italiano Eugenio Maccagnini, quien la realiza en unos talleres sumamente especializados en fundición de bronce en la ciudad de Berlín, Alemania.
Ya en esos años y gracias al estado benefactor, muchos hijos de los primeros inmigrantes italianos habían podido estudiar debido a la gratuidad de la universidad y ocupaban cargos de importancia dentro del municipio y el consejo deliberante, al buscar el lugar adecuado para instalar el monumento, deciden hacerlo en lo que hasta ahora era la Plaza de los Portones. Una ordenanza municipal fechada el 28 de octubre de 1904 dispone el cambio de nombre a Plaza Italia que es el que persiste hasta nuestros días. Pero en monumento fue inaugurado un poco tiempo antes, el 19 de junio de 1904, cuando aún la plaza conservaba su nombre anterior. A la inauguración concurrieron el Pte. Julio A. Roca, el Gral. Bartolomé Mitre, y el escultor Eugenio Maccagnini entre otras personalidades relevantes.
Como dato final, cabe agregar que a pesar del cambio de nombre, la población seguía utilizando el antiguo de Los Portones, que ya habían sido demolidos, esto hace que las sociedades italianas en 1907 hicieran un petitorio al municipio para que obligara a las compañías de tranways a sustituir en sus carteles el nombre de Los Portones por Plaza Italia, ese mismo año es promulgada la ordenanza, y de esta manera lentamente comienza a cambiar la costumbre.
Fuentes:
Antiguas Plazas de la ciudad de Buenos Aires – Ricardo M. Llanes
Historia y leyenda del Arroyo Maldonado – Luis A del Pino
Estatuas y Masones – Juan Carlos Bedoya
El primer italiano en La Boca
Encuentro que el primer italiano que llegó a esta ciudad fue el savonés León Pancaldo, marino y comerciante, quien arribara cuando aún existía la población fundada por don Pedro De Mendoza, llega en 1537 cuando la ciudad estaba a cargo de Ruíz y Galán.
Pancaldo partió del puerto de Varazze en Savona, con destino al Perú, debiendo cruzar el Estrecho de Magallanes, llevaba mercadería para ser vendida en Lima en dos naves, la "Santa María", a su cargo y la "Concepción", piloteada por el genovés Pedro de Vivaldo. Pero no pudieron llegar al Perú debido a que la "Santa María" varó frente a la desembocadura del Riachuelo. Ante la imposibilidad de salvar la nave, descarga toda la mercadería que traía pensando en conservarla hasta que pudiera reiniciar su viaje. Los pobladores de Buenos Aires, que carecían de todo, se interesan en comprarle su carga, a lo que Pancaldo se niega. Los Oficiales Reales le inician un proceso por introducción de dos esclavos negros y por contrabando, le decomisan la mercadería, que entre otras cosas había terciopelos, brocatos, pipas de vino, zapatos, sombreros, juvones, aceites, pimienta y especies varias, etc. Pancaldo presionado, acepta vender, y toda la población compra a crédito, nadie paga de contado, los créditos son avalados con escrituras a cuenta de futuros repartos de tierras. En 1540 muere Pancaldo, absolutamente pobre sin haber podido cobrar ninguno de sus créditos.
Finalmente Pancaldo murió en manos de los indígenas, pero antes de esta, su última travesía, vivió una vida plena de aventuras en Asia.
Fuente:
Revista Buenos Aires nos Cuenta N° 18 La Boca del Riachuelo - Julio 2001, página 58.
Acota Pedro Fiallo Montero
Quiero agregar algo que leí en "Historia Argentina del descubrimiento, población y conquista de las provincias del Rio de la Plata" o "La Argentina", escrita por Rui Diaz de Guzman en el año de 1612 (Edición de de Angelis de 1835).
El Pancaldo de Carlos Skovgaard acá figura como Palchando y venía del puerto de Varese:
Libro I - Cap. XVII
"..se fueron costeando la tierra para el Rio de la Plata, y determinando entrar por el que ya tenian noticia que estaba poblado de españoles, al entrar en dicho rio estuvieron en peligro de ser ahogados todos, por haber tocado en un banco que hace á la entrada del Riachuelo, donde se perdió dicha nao, con gran parte de la hacienda que traia; y como llegaron acompañaron a los que alli estaban en la misma hambre y necesidad. Venía por capitan de la nao un fulano Palchando, cuyo apellido se quedó a la nao, llamándola Palchanda. Venían algunos italianos nobles, como fué Peranton de Aquino, Tomas Rizo, Bautista Trocho, y algunos otros extrangeros, sin la gente de cuenta. Y como vieron el socorro que los bergantines llevaban - (Nota mía: se refiere a los bergantines que comandaba Diego de Abreu, enviados por Irala a socorrerlos???)- como dije, se adelantaron y todos en buena conformidad se embarcaron y vinieron río arriba... ....hasta llegar al puerto de la Asumpcion: donde como llegaron fueron todos agregados, y recogidos en forma de republica."
Por Abel Alexander, historiador fotográfico
http://www.abelalexander.com.ar/
El 19 de agosto de 1839 puede ser considerado como el nacimiento oficial de la fotografía: ese día París hervía de excitación científica por la sorprendente novedad del "Daguerrotipo", fruto de los esfuerzos de Niépce y Daguerre.
Muy pronto el invento se esparció por las principales ciudades de Europa y el mundo. Italia no fue ajena a este adelanto tecnológico que causaba pasmo a la sociedad de la época.
Hacia fines de 1839, Hérnico Federico y Carlo Alessandro Jest obtuvieron en Torino, Italia, buenos daguerrotipos en demostraciones públicas, mientras que en Milano se iniciaba el nuevo arte y hasta la fabricación de cámaras bajo la dirección de Alessandro Duroni y en Roma se realizó un interesante retrato grupal el 24 de mayo de 1842 gracias a la habilidad del daguerrotipista Antonio Chimenti.
Fueron de estos y de otros muchos pioneros del daguerrotipo de y la fotografía italiana que surgió una creciente legión de discípulos que, luego de dominar técnicas complejas, decidieron probar fortuna en las tierras de aquella lejana América. Para muchos Argentina era un imán y Buenos Aires una plaza apetecible por sus posibilidades comerciales; lucro y afán de aventuras se convirtieron en una conjunción irresistible, muy acorde con la juventud de la gran mayoría.
Los primeros técnicos
Y así, a partir de mediados del siglo XIX desembarcaron estos nuevos inmigrantes italianos. Pero a diferencia de la enorme mayoría de sus compatriotas, los fotógrafos dominaban una tecnología que hoy podría denominarse “de punta”, con conocimientos de física, química y muchos con formación artística en dibujo y pintura.
Durante la primera etapa del daguerrotipo –entre 1840 a 1860– Argentina contó con la presencia de profesionales provenientes de Francia, Alemania, Estados Unidos e Inglaterra, pero poco a poco, el masivo arribo de italianos fue volcando la balanza y desde mediados de la década de 1870 hasta bien entrado el siglo XX la supremacía de los fotógrafos italianos fue casi total.
Obviamente, debemos puntualizar que inmigrantes y fotógrafos italianos anduvieron juntos de la mano, los segundos acompañando en sus desplazamientos a los primeros; todo los unía, pues provenían del mismo país, hablaban el mismo idioma y en definitiva todos eran italianos que luchaban por una esperanza.
Doce pequeños retratos
Al principio, los primeros daguerrotipistas y fotógrafos italianos se afincaron en Buenos Aires y en las principales ciudades del interior, pero a medida que la nación se consolidaba y expandía, estos profesionales siguieron a sus paisanos en la fundación de colonias agrícolas.
Como sabemos, la fotografía encontró su camino comercial definitivo cuando se bajaron los tiempos de exposición y se consiguió obtener el ansiado retrato fotográfico. A partir de ese momento la retratística posada en los estudios se convirtió en el segmento más redituable del negocio.
Los estudios fotográficos fueron escasos durante la etapa del daguerrotipo, pero cuando el francés Disdéri patentó en 1854 su revolucionaria “carte-de-visite” que permitía al cliente retirarse con doce pequeños retratos en distintas poses por un precio muy inferior al daguerrotipo, los locales se multiplicaron en forma asombrosa.
Aquellos estudios decimonónicos, con sus curiosas casillas de madera y vidrio en la azotea, donde transcurrían las largas sesiones de toma, funcionaban como verdaderos teatros: los muebles, las columnas, las balaustradas y los cortinados de terciopelo apuntaban a elevar la categoría social del retratado. Inclusive contaban con servicio de peluquería para damas y préstamo de ropas y accesorios.
Testigos de la comunidad
Los estudios fotográficos italianos estuvieron en primer lugar al servicio de sus con nacionales, especialmente en el campo de la retratística social, pero hay que puntualizar que también cubrieron con sus cámaras todas las actividades de la colectividad, sus actos, fiestas y los eventos institucionales.
La publicidad jugó un papel clave en la promoción de aquellos estudios con avisos en diarios italianos y, a partir de 1860, en los dorsos de cartulina de las “carte-de-visite” y portrait cabinet inclusive con referencias a regiones o ciudades como Milán, Venecia o Roma.
La historia de la fotografía nos enseña que, cuando una persona o grupo familiar acudía a los servicios del fotógrafo, era porque estaba conmemorando una fecha o un evento personal de gran importancia. En el caso de estos inmigrantes –muchos analfabetos– suponemos con razón que sus retratos fueron utilizados para envíos postales a Italia con destino a sus familiares, probablemente con un doble mensaje: que se encontraban bien y progresando en la Argentina.
Los pioneros
Miles y cientos de miles de estos mensajes visuales cruzaron el Atlántico en uno y otro sentido. Fueron un nexo conmovedor entre los que se fueron y los que se quedaron en Italia. Nombrarlos a todos sería una tarea imposible.
Entre los precursores estaba Aristide Stefani, quien se presenta en Corrientes hacia 1846 como “natural de Roma”, ofreciendo a los vecinos adinerados sus servicios como “retratista al daguerreotipo con la mayor perfección de este arte admirable, sea por fijar los retratos de un modo permanente a lo que puedan conservarse un siglo, sea por su aplicación de los colores de la naturaleza…”
Antonio Pozzo se inició junto con el legendario norteamericano Charles De Forest Fredricks. Por su atelier de la calle Piedad –hoy Bartolomé Mitre– desfiló gran parte de la llamada “sociedad porteña”. Este inquieto italiano fue testigo de grandes momentos. Firme partidario del progreso, documentó en 1857 el nacimiento de la primera línea férrea con la humeante locomotora “La Porteña”, la primera locomotora argentina. También retrató al cacique Pincén, prisionero, con su lanza. Y, pagando los gastos de su bolsillo, armó un carromato fotográfico, acompañando a las tropas del general Julio Argentino Roca en su expedición al Río Negro que terminó con el dominio de los indios en la Patagonia.
Otro famoso profesional fue Luigi Bártoli, daguerrotipista y luego. Su atelier estaba en “Plaza de la Victoria 78”. Su enorme cartel de “Fotografía” se veía desde cualquier ángulo de la histórica plaza. Fue muy popular en la colectividad, a la cual otorgó su apoyo incondicional. Formó parte como “capitano” de la Legión Valiente Italiana dirigida por Silvino Olivieri y acompañó la aventura agrícola cuando éste fundó la colonia Nueva Roma cerca de Bahía Blanca. El dorso de sus “carte-de-visite” ostentaba la loba romana amamantando a Rómulo y Remo. Fue, además, uno de los fundadores del Círculo Italiano de Buenos Aires.
Se deben a Benito Panunzi las vistas fotográficas más tempranas y de mayor calidad sobre Buenos Aires. Sus registros hacia el año 1868 incluyeron las primeras tomas sobre gauchos e indios retratados en su hábitat natural.
A Don Angel Paganelli –cuyos dorsos publicitarios ostentaban el escudo real de Italia– se le reconoce el mérito de documentar hacia mediados de la década de 1860 la ciudad de Tucumán, así como los primeros registros de trabajo en los ingenios azucareros. Pero su mérito mayor fue enfocar la célebre Casa de Tucumán, sede de Independencia Argentina, luego reconstruida a partir precisamente de estas imágenes.
Césare Rocca realizó el más completo registro fotográfico de las instalaciones de la Exposición Nacional de Córdoba de 1871 y Pedro Tappa, trabajó con sus cámaras en la provincia de Santa Fe hacia fines de la década de 1850 con las primeras vistas de la capital y de buena parte de aquellos colonos italianos de la “pampa gringa” que vivían en Rafaela.
Como editor fotográfico especializado en vistas de Buenos Aires, se impuso Eduardo Ferrari, mientras que José Caffaro y su familia abrieron una cadena de estudios fotográficos que, partiendo de Buenos Aires, se extendían por el Litoral hasta llegar a la ciudad de Asunción, en Paraguay.
En las exposiciones
Hacia la década de 1870 los hermanos Césare e Isaaco Bizioli se establecieron en Buenos Aires. Oriundos de Bérgamo, pronto se ganaron la simpatía de la numerosa colonia italiana. El resultado se puede ver hoy en día; los retratos de Bizioli Hermanos son más numerosos que los de todos sus colegas juntos. El éxito los impulsó a inaugurar una sucursal en la flamante capital provincial de La Plata. Césare patentó en 1872 un interesante invento sobre fotografías coloreadas, promocionadas como “retratos eternos”.
En 1881, durante la “Esposizione Industriale Artística Operari” que patrocinó la Societá Unione Operari Italiani, la participación de fotógrafos peninsulares fue muy importante y varios de ellos fueron premiados por la calidad de sus obras. Podemos mencionar a Saverio Stoppani, Luis A. Pozzi, Pedro Avallone, José Lotti y Cía. y Giovanni Capelli. Estas medallas luego se incorporaron orgullosamente en la publicidad fotográfica.
Quizás el más querible de los retratistas italianos fue Arquímedes Imazio, instalado hacia 1875 en Gral. Brown 126, pleno corazón del barrio de La Boca. Por su cámara desfilaron los humildes inmigrantes genoveses que dieron color y leyenda a este sector portuario.
Los fotógrafos italianos formaron parte de aquella gigantesca oleada inmigratoria europea que cambió las características del país, pero definitivamente no fueron inmigrantes comunes: por la naturaleza de su trabajo atraparon, retuvieron y proyectaron al futuro millones de documentos visuales que hoy ya forman parte de la historia argentina.
Cuidemos este legado.
Abel Alexander
Por Hugo Alloa (†)
La obra del Canónigo Pietro Caffaro "Famiglie pinerolesi descritte negli archivi parrocchiali dal 1566 al 1604", se encuentra en la Biblioteca Civica C. Alliaudi de Pinerolo. La editorial es Tipografia già Chiantore-Mascarelli, y el año de publicación, 1910. La edición está agotada.
Del volumen I tengo fotocopiadas por la Biblioteca Cívica tres páginas, en las que aparece, entre otros apellidos, el de mis antepasados (pp. 56, 111, 257). Los textos que contienen dichas páginas están escritos en latín de la baja Edad Media y Renacimiento, y por la misma razón son bastante comprensibles para quienes no poseen conocimientos de esta lengua, pero sí de italiano.
A continuación la traducción correspondiente a los apellidos comenzados con A.
Para averiguar por otros apellidos dirigirse a:
Biblioteca Civica C. Alliaudi
Via Cesare Battiati, 11
10064 Pinerolo (TO) - Italia
E-Mail:
Traducción letra A
“Familias de Pinerolo descriptas en los archivos parroquiales desde 1565 hasta 1604”
Traducido por Hugo Alloa
Los nombres de pila y de localidades escritos entre paréntesis representan las actuales grafías
de los nombres que les anteceden.
Los apellidos referidos a mujeres suelen concordar en género (ej.: Aliberti ® Aliberta)
ALLIERRO
- 1585, 14 de enero: fue bautizado Joan (Giovanni) Maria, hijo de Glaudio (Claudio) Allierro y su esposa Colletta.
- 1584, 13 de agosto: Joannes (Giovanni) Bellonus, oriundo de Briançon, residente en Pinerolo, contrajo matrimonio con Magdalena (Maddalena), hija de Claudio Allierro y Luuise (Luisa), residentes en Pinerolo. Testigo: Claudio Allierro, de Pinerolo.
ALIONO, LEONE
- 1585, 8 de abril: fue bautizado Octauio (Ottavio), hijo de Josefo (Giuseppe) Aliono y su esposa Nicholina (Nicolina) de la familia Barberis.
- 1584: Nicholinna (Nicolina) Leone, m.
- 1586: Antonina Leone, m.
ALIOTO
- 1582, 1 de octubre: defunción de Mg. Alioto y sepelio en la Iglesia San Donato. Cf. Barana.
ALOA
- 1585-86: Don Laurentius (Lorenzo) Aloa, oriundo de Macello, p.
AMADORO
- 1584, 18 de octubre: fue bautizada Catherina (Caterina), nacida el día 16, hija del difunto Josepho (Giuseppe) Di Amadoro y su esposa Lorensina (Lorenzina) de la familia...
AMBERTI
- 1584, 24 de junio: Marinus (Marino) Pascheto, hijo de Joannis (Giovanni) De San Bartolomeo, residente en zona limítrofe de Pinerolo, contrajo matrimonio con Francesiam (Francesca) hija del difunto Andree (Andrea) Amberti y Giansella, patria Delfinado, residentes en la zona de Pinerolo.
- 1585, 9 de octubre: fue bautizado Chiafredo (Chiaffredo) Marino Pascheto, hijo de Janno (Gianni) y su esposa Margaritta (Margherita / Margarita) de los Anbert de Gigliestra. Cf. Lamberti.
AMBROSINO
- 1585: Baldisar (Baldassarre) Ambrosino, oriundo de Rolleto, p.
- 1586: Jo. Baptista (Giovanni Battista) Ambrosino, p.
- 1586, 11 de abril: fue bautizada Maria, hija de Secondi (Secondo) Ambrosino.
AMEDEO
- 1586: Andreas (Andrea) de Amedeis, p.
- 1586: Anthonius (Antonio) de Amedeis, p.
- 1583, 24 de abril: Sebastianus (Sebastiano) Amedeo, oriundo de Argenteria, contrajo matrimonio con Catarinam (Caterina) Rubeam de Eadem.
- 1585-87: Gabriel, Gabriele, Gabrielle Amedei, Amedeo, oriundo de Bricherasio, residente en Pinerolo, p. y t. Cf. Ame y Mainero.
ANDRE
- 1584, 5 de octubre: fue bautizada Maria, hija de Joannis (Giovanni) Andre y su esposa Margarite (Margherita / Margarita), de Beytaninis.
ANDREA
- 1584, 5 de octubre: fue bautizada Maria, hija de Julio (Giulio), hijo de Joanne (Giovanni) de Andrea, oriundo de Pollone, albañil, y su esposa Lorensina (Lorenzina).
- 1584, 16 de abril: Jacopus (Giacomo) Pascalis, hijo de Matteo , contrajo matrimonio con J.M.A. Joaninam (Giovannina), hija de Nicolini (Nicolino) de Andrea.
- 1585: Francesco de los Andrea, p.
- 1586, penúltimo día: fue bautizado Nicolinus (Nicolino), hijo de Jo. Francisci (Giovanni Francesco) de Andrea.
ANDRIETO
- 1584-87: sacerdote Stefano Andrieto o Andrietto, oriundo de Candià, Canavese, Cura o vicario de San Donato de Pinerolo.
ALIAUDI
- 1588, 19 de mayo: fue bautizada Agnesina, hija de Agliaudi, oriundo de Prato Gelato (Pragelato).
- 1594, 4 de octubre: fue bautizada Maria, hija de Dominicj (Domenico) Aglaiaudi y su esposa Joanna (Giovanna), oriundos de Sancto Secondo (San Secondo).
- 1593, 27 de marzo: Jo. Petrus (Giovanni Pietro) Aliaudi, oriundo de Sancto Secondo (San Secondo) fue sepultado en la Iglesia San Donato.
ALIBERTI
- 1588, 7 de febrero: fue bautizado Jo. Michael (Giovanni Michele), hijo de Thome (Tommaso) de Aliberti.
- 1589, 27 de junio: fue bautizada Georgina (Giorgina), hija de Thome (Tommaso) Aliberti.
- 1589, 23 de octubre: fue bautizado Joannes Michael (Giovanni Michele), hijo de Tome (Tommaso) y su esposa Lucie (Lucia).
- 1591-97. Franciscus (Francesco) Aliberti, Alibert, p.
- 1594, 5 de octubre: fue bautizada Gabriellina, hija de Francisj (Francesco) Aliberti y su esposa Anne (Anna).
- 1595, Bartolomea Alliberta, m.
- 1597: Margarita Aliberta, oriunda de Pinerolio (Pinerolo), m. - Anna, esposa de Francissi (Francesco) Aliberti, m.
- 1597-1600: Jaffredo (Chiaffredo) Aliberti, Alliberto, p.
- 1594-98: Lucia Alliberta, Aliberta, oriunda de Pinerolio (Pinerolo), m.
- 1599: Antonius (Antonio) Aliberti, oriundo de Pinerolio (Pinerolo), p.
- 1588, 11 de junio: Franciscus (Francesco) Mansuini contrajo matrimonio con Anthoniam (Antonia) Aliberta, oriunda de Valle Loisia.
- 1593, 25 de abril: Franciscus (Francesco) Aliberti contrajo matrimonio con Anna, hija de Petri (Pietro) Vilioti.
- 1600, 10 de junio: Ana (Anna) Aliberta fue sepultada en la Iglesia San Donato.
ALIE
- 1592, 14 de junio: fue bautizada Andreina, hija de Claudio Alie.
- 1590-96: Claudius (Claudio), Glaudus (Claudio) Allia, Alie, Allie, Alieri, Allierus, de Alienis, p. y t.
ALLIONUS
- 1590, 4 de octubre: fue bautizado Alexander (Alessandro), hijo de Joseph (Giuseppe) Alioni.
- 1593-1600: Joseph (Giuseppe) Allionus, p.
- 1598, 12 de julio: Jaffredus (Chiaffredo) Vignolo contrajo matrimonio con Chaterina (Caterina), hija de Joseph (Giuseppe) Alioni. Testigo: el mencionado Joseph (Giuseppe) Alion. Cf. Leone.
ALLIOTUS
- 1589, 21 de enero: Georgius (Giorgio) Alliotus, oriundo de Rolleto, contrajo matrimonio con Michaella (Michela), hija del difunto Mathei (Matteo) Salvay, de La Motta di Pinerolo.
ALLOA
- 1589-1600: noble señor Lautentius (Lorenzo) Alloa, Aloa, Alloe, oriundo de Macello, abogado de Pinerolo, p. y testigo.
- 1597, 16 de septiembre: fue bautizado Georgius Antonius (Giorgio Antonio), hijo de Laurentij (Lorenzo) y su esposa Marie de Aloa.
- 1599, 23 de febrero: fue bautizada Jeronima (Gerolama), hija de Laurentij (Lorenzo) y Marie de Aloa. – Catharina (Caterina) Alloa, m.
- 1600, 17 de junio: fue bautizado Cezare (Cesare), hijo del señor Lorenzo y su esposa, la señora Maria de Alloa.
ALLOATI
- 1598: Magdalena (Maddalena) Aluetta, m.
- 1598, 5 de marzo: Georgius (Giorgio) Aloatus, oriundo de Rouiliascho (Grugliasco), contrajo matrimonio con Prudentia (Prudenza / Prudenzia), hija de Thome (Tommaso) Grilli, oriundo de Pinerolo.
- 1600: Giorgio Aloatus, p. Cf Aluola, Aruola.
ALTIERA
- 1596, 16 de enero: fue bautizada Maria Altiera, de la localidad Perosa.
ALMENA
- 1590: Jo. Baptista (Giovani Battista) Armena, Almena, oriundo de Fruzascho (Frossasco), p.
- 1596, 6 de octubre: fue bautizada Magdalena (Maddalena), hija de Antonio y su esposa Catarina (Caterina) de Armenis.
AMADORO
- 1594-1599: Guglielminus, Ghuiglierminus, Vilierminus (Guglielmo) Amador, Amadorus, Ammadorus, oriundo de Pinerolio (Pinerolo), p.
- 1599, 17 de enero: Vilierminus (Guglielmo) Amador contrajo matrimonio con Margarita, hija de Michaelis (Michele) Cirardi, Girardi.
- 1600, 8 de julio: fue bautizada Catalina (Caterina) Amador, hija de Vigliermini (Guglielmo) y su esposa Margharite (Margherita / Margarita) de Amadoribus.
ALIERI
- 1595: Glaudius (Claudio) Alieri, p.
- 1593: fue sepultada Margarida (Margherita / Margarita) Alieri.
ALLAFRANCO
- 1594: Batista 8Battista) Lafranchi, p.
- 1598: Josephus (Giuseppe) Allafrancus, p.
ALLASY
- 1601, 13 de mayo: Gioanni (Giovanni) Allasy, oriundo de Sommariva dil (del) Bosco, p.
ALLIONE
- 1588-1600: señor maese Josepho, Josepus, Giosef (Giuseppe) Allione, Alione, Alioni, p. y testigo.
- 1589-1596: Nicolina, Nicoline (Nicolina) Leona, esposa de Joseph (Giuseppe) Alleone, m.
- 1592: Tunina (Antonina) Liona, oriunda de Pinerolo, m.
- 1595-1600: Biasinan Lauran (Biagina Laura) Liona, Leona, oriunda de Pinerolo, m.
- 1596, 19 de febrero: fue bautizada Maria, hija de Joseph (Giuseppe) y su esposa, Nicoline (Nicolina) de Liona. Cf. Leone y Liona.
ALOA
- 1595, 10 de abril: fue bautizada Margarita, hija de Laurentius (Lorenzo) y su esposa, Maria. - ... Francescha (Francesca) Alloa, m.
AMBRA
- 1589, 3 de octubre: fue bautizado Jo. Lud.cus (Giovanni Ludovico), hijo de Baptista (Battista) Ambra y su esposa, Anna.
- 1589-90: Baptista (Battista) Ambra, Dambreus, p.
- 1592, 20 de mayo: Baptista (Battista) Ambre, de la localidad de Susa, residente en Pinerolo, contrajo matrimonio con Maria, hija de Philippi (Filippo) Fontana.
AMBROSINO
- 1589, 24 de julio: fue bautizado Jacobus (Giacomo), hijo de Joannis Andree (Giovanni Andrea) Ambrosino y su esposa, Remolline (¿?). – Secundinus (Secondino) de Ambrosinis, p.
- 1590: Ollina esposa de Andree (Andrea) Ambrosini, m.
- 1591, 20 de octubre: fue bautizado Jo. Mic. (Giovanni Michele), hijo de Andree (Andrea) Ambrosinys y su esposa Olina.
- 1598, 20 de enero: contrajeron matrimonio Petro (Pietro) Caliero, oriundo de Bri(c)arasio (Bricherasio) y Magdalena (Maddalena) Rigaudo, separada de Ambrosino.
- 1588, 19 de abril: fue sepultado Thomas (Tommaso), hijo de Joannis Andree (Giovanni Andrea) de Ambrosinis en la Iglesia S.ti Maurity (San Maurizio).
AMEDEI
- 1588: Andrea de Amedey, m.
- 1601: Andrea Amedeo, testigo.
- 1589, 31 de octubre: contrajeron matrimonio el señor Gabriele de Amedeis y la señora Barbara, viuda del señor Jo. Antonio (Giovanni Antonio) Columbario.
ANDREA
- 1601, 24 de octubre: fue bautizado Francesco, hijo de Gio. Antonio (Giovanni Antonio) Andrea y su esposa Gioanina (Giovannina).
- 1602, 30 de octubre: nació Lucia, hija de Gion Antonio (Giovanni Antonio) Andrea y su esposa Gioanina (Giovannina).
- 1601, 28 de octubre: fue sepultado Franciscus (Francesco), hijo de Jo. Antonj (Giovanni Antonio) Andrea.
ANDRIONE
- 1602, 11 de noviembre: fue bautizado Georgio (Giorgio), hijo del señor Gieronymo (Gerolamo) Falco, ciudadano de Torino, habitante del castillo de Pinarolo (Pinerolo), y su esposa, Maria Andriona.
ANDRITI
- 1589-94: señor Mattheo (Matteo) Ottriti, Andrit, testigo.
- 1591-1602: señora Aurelia, esposa de Mathei (Matteo) Otritis, Mag.ca (¿?) D. Dellia, esposa de Mathei (Matteo) Audritti, m.
- 1602: Rosa Spina, hija del señor Matteo Andriti.
ANNA
- 1593, 31 de enero: Toma (Tommaso) Anna, testigo.
ANTONINI
- 1602, 8 de abril: señor Ascanio Antonini, romano, p.
Información sobre el libro, índice de apellidos estudiados
"Famiglie pinerolesi descritte negli archivi parrocchiali di Pinerolo dal 1565 al 1604" |
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Resumen |
Familias descritas en el documento: Vol. I. p. 1 - 53, Vol. II p. 54O - 107, Vol. III p. 108 - 254, Vol. IV p. 255 - 320. |
Apellidos |
Agnoleto; Ainardi; Alais; Alardo; Alfacio; Alfandi; Algardo; Aliberti; Allione; Alloa; Ambrosino; Anselmo; Arfacio; Armandi; Arnaldi; Arnaldo; Bagnolati; Bagnolo; Balada; Balerino; Ballarini; Bandiolo; Barbero; Barra; Barutelli; Bastiani; Baudo; Beinasco; Belmondo; Berra; Bersatore; Bertramino; Bianco; Bocardo; Boero; Boetto; Bonaudo; Boneti; Bosia; Bosio; Bottalo; Botalo; Brasa; Bruera; Bruna; Bruno; Brunetta; Buffa; Buriasco; Buticari; Cacherano; Calvetti; Caffardo; Calusio; Camusso; Canale; Canardo; Capella; Cardino; Cardonato; Carrera; Cataneo; Cattaneo; Ceralis; Cerutto; Chiabrando; Chiosello; Cigoto; Collino; Comba; Conte; Crespino; Doina; Dotto; Drago; Durando; Faure; Favero; Ferrari; Ferraro; Finella; Fiori; Fontana; Fornero; Franco; Fresia; Gai; Gaido; Galletto; Gasca; Gasparini; Gastaldo; Genineti; Giacomello; Giancelli; Giaveno; Giraudi; Grandis; Grangeti; Lanfranco; Lanteri; Lasagnero; Longo; Lupo; Macello; Magnini; Maire; Malano; Marsiglia; Martelli; Meglieretto; Merlo; Molinato; Mondono; Moneri; Morello; Motta; Nota; Oberti; Olivero; Ortis; Persanda; Perrone; Pescarolo; Piranderi; Podio; Poleti; Poncino; Porporato; Posca; Pussetti; Prato; Rasino; Ravello; Ravoto; Remondi; Ribba; Roberti; Robino; Rolandini; Rossetti; Rostagno; Rubiano; Salvai; Santena; Santiano; Scaglia; Silano; Terloni; Testa; Trestis; Trucchietto; Vagnone; Vaira; Varsy; Vieta; Viglioti; Vignolo |
Palabras clave |
Relevés systématiques d'actes; Vaudois; 16è siècle; 17è siècle |
Áreas geográficas |
Italia; Piemonte; TO; Pinerolo |
Localización |
Ancêtres Italiens/Bibliothèque, Paris : 8° ITA br 10 l |
Ancêtres Italiens/Bibliothèque, Paris |
- Los Valdenses de Luberon - Por Rodolfo Moutin
- Orígenes y Apellidos Valdenses en el Río de la Plata - Por Malena Davit
Por Malena Davit
En el archivo que pueden descargar en el siguiente link, encontrarán una breve reseña de la historia de este grupo social establecido en el sur de Francia y en el Piemonte, Italia, cuyos orígenes se remontan al 1170. Contiene además una lista de Apellidos Valdenses encontrados en el Río de la Plata.
Los Valdenses
(descargar archivo pdf 30kb)
Fuentes:
Para la parte histórica del texto los libros consultados fueron:
- Historia de los Valdenses, de Ernesto Comba.
- Compendio de historia de los Valdenses, de Luis Jourdan.
- Historia de los valdenses, de Ernesto Tron.
- Los Valdenses en el Río de la Plata, de Marcelo Dalmas.
Para el listado de apellidos:
- I Nomi delle famiglie Valdesi, de Osvaldo Coisson
- Colonia Iris en sus primeros 25 años, de Levy Tron.
- Colonia Alexandra, de Guido Tourn
- Microfilms con actas de nacimiento, matrimonio y defunción de las Iglesias de Bobbio Pellice. Italia (Nº 193407; 193408; 193409; 193410; 193411), Villar Pellice, Italia (Nº 193456; 193457; 193458; 193459; 193460) Rorà, Italia (Nº 19433)
- Microfilms con actas de nacimiento, matrimonio del Registro Civil de 3ra Secc. Judicial de Colonia (1848144; 1848145; 1848146), 4ta Secc. Judicial de Colonia (1848147; 1848148; 1935593), 11ta Secc. Judicial de Colonia (1848190; 1848191; 1935595).
(Los libros fueron consultados en el ISEDET, Biblioteca de la Facultad de Teología ubicada en el barrio de Flores)