Por el Dr. Justino Terán (†)
Miembro del Centro de Estudios Genealógicos de Tucumán
Procedimiento - Métodos
Desarrollaremos en forma ejemplificativa la manera de comenzar a elaborar una genealogía. En primer lugar se debe indagar sobre todos los datos conocidos del linaje a iniciar. En ese caso, comenzaremos a investigar sobre la existencia de publicaciones que existan al respecto, siempre y cuando nos encontremos convencidos que las mismas tengan vinculación con el apellido que pretendemos desarrollar, por cuanto identidad de apellido no siempre significa identidad de linaje. Así, por ejemplo: si el apellido que busca el novel investigador es Alurralde, recurrimos a las publicaciones que existan sobre el mismo y en caso de resultar familiares las personas o estirpe expuestas, deberemos comenzar a transcribir todos las noticias, antecedentes y fechas que se encuentren publicadas, además de enriquecerlas con los datos que conozcamos sobre nuestros ascendientes. Una orientación: siempre es necesario hablar con la persona de mayor edad de toda la familia, para solicitar datos e información. Ni ellos siquiera suponen lo que pueden ayudar con sus conocimientos.
Practicando los primeros pasos, comenzamos con nuestros datos: los de nacimiento y/o bautismo. Seguidamente los de nuestros padres, sumados los de matrimonio y en su caso los de defunción. Y así en forma ascendente. Por supuesto, siempre con el respaldo de la documentación pertinente y que tengamos a mano. Esta será las que los registros correspondientes proporcionan formalmente. Tanto la Iglesia como el Registro Civil, emiten certificaciones de los testimonios o transcripciones que constan en sus Protocolos o Actas.
Supongamos que el investigador cuenta con datos fehacientes de sus padres y de sus abuelos. Con ello tenemos dos generaciones, y por ahora queremos seguir en la búsqueda por varonía. Es decir por Alurralde, por parte paterna y así en forma ascendente. De este abuelo paterno se conoce su nombre, lugar de origen y ocupación, por cuanto estos datos fueron extraídos del Acta de Matrimonio de los padres del investigador. Al ser natural de San Miguel de Tucumán, debemos buscar en la Parroquia correspondiente o Registro Civil, su fecha de bautismo o nacimiento que por jurisdicción corresponda. Al encontrarla, estas nos dirán los datos de sus padres, origen, domicilios, ocupación, etc., además de otros como ser sus padrinos, denunciantes, etc. De esa manera, continuamos hasta agotar todas las referencias y antecedentes posibles en las jurisdicciones locales. En caso de que nos encontremos con que uno de estos abuelos corresponda a otra parroquia, provincia, municipio, etc., deberemos actuar de la misma manera.
En caso que los últimos datos extraídos correspondan a un personaje oriundo de Salta, de su misma capital, en ese caso recurrimos en primer lugar a su Catedral y/u otras parroquias de dicha circunscripción, según la fecha de creación de las mismas con el mismo procedimiento que el arriba apuntado. Esto siempre que las fechas sean anteriores a la puesta en marcha del Registro Nacional Civil de las Personas.
Como material de ayuda y apoyo, necesariamente debemos recurrir a padrones, censos, publicaciones históricas, auto-biografías, diccionarios biográficos, etc. como también publicaciones o archivos sobre despachos militares, cédulas, retiros, empleos, además de recurrir ineludiblemente a los archivos históricos de cada Provincia (en su caso al Archivo de la Nación) en búsqueda de testamentos, archivos administrativos, Judiciales y Actas Capitulares. Sin olvidar los textos que tratan sobre las probanzas de méritos, hidalguía y servicios de los conquistadores y primeros pobladores, pasando por los nobiliarios y enciclopedias genealógicas y heráldicas, que tratan sobre apellidos, familias y blasones, como así también los álbumes o libros de familia.
También es válido una recorrida por los cementerios, no sólo por sus oficinas administrativas a los fines de verificar o extraer datos, sino también a los mismos mausoleos o monumentos para leer las placas conmemorativas que hubieren para sacar mayor información. Por que no la consulta a textos sobre música, letras, cancioneros, arquitectura, etc. para situarnos o tener una idea sobre la época en que nos encontremos en nuestra investigación, además de poder extraer datos. Algunos casos, se extrajeron coplas en el cancionero de Carrizo, que mencionaban a un integrante de un linaje, en otro casos se pueden extraer los retratos, caso libro de Trostiné sobre los retratos del artista Baz; y en otros nos topemos con el plano de la casa de algún ascendiente, en alguna publicación sobre arquitectura colonial.
En esta era informática y a los fines de lograr mayor ilustración sobre el apellido, inclusive con suerte sobre personajes de nuestro linaje, se puede consultar en Internet. Existen numerosas páginas y direcciones sobre genealogía y heráldica. Siendo algo nuevo, no podemos certificar con certeza lo valedero de los datos allí consignados, y siempre deben ser puestos bajo la mirada atenta del investigador para ver su coincidencia y lo relativo o no de su ponencia. También se pueden encontrar direcciones de investigadores o simplemente aficionados que están estudiando alguna familia en particular.
Sistematización del método expositivo de la filiación en una investigación
Ahora cabe aclarar que el método a seguir para el registro de todos los datos que extraemos es prácticamente el tradicional. Además de un bosquejo, bajo la forma del conocido árbol trascripto en forma prácticamente piramidal con los nombres ascendientes y creciente en forma geométrica, existen otras maneras de clasificar o exponer los datos que logramos. A tales efectos deberemos remitirnos al presente catálogo y seleccionamos la publicación que trata sobre los métodos de exposición de estos árboles genealógicos. No esta de más decir que ya existen programas informáticos para trabajar en la computadora, para lograr una ordenada acumulación de datos, archivando en forma individual a cada personaje con todos sus datos y luego en forma general en el respectivo árbol genealógico. En cualquier caso, y a los fines de contar con mayor precisión, deberemos otorgar a cada personaje una ficha, en donde debe constar todos los datos como ser: nombre y apellido, número de orden entre los hermanos, sexo, nombre de padre y madre, fecha de nacimiento, de bautismo, casamiento civil y religioso, cónyuge, defunción y entierro, testamento, profesión, ocupación, cargos, y en caso de corresponder: hijos, yernos, nietos. Otras informaciones que pueden agregarse: rasgos o características físicas, situación económica, actividad política, actividades varias, etc.
En una palabra, para acceder al mundo de la genealogía se debe buscar no solamente entre los libros de familias y testimonios orales recibidos a través de los familiares, sino que se debe bucear entre los documentos civiles, eclesiásticos, militares, etc. Todo esto ayudado con ciertos conocimientos de paleografía, geografía e historia comarcana, biografías, abreviaturas, sociología, etimología, toponimia, etnología y también de bibliografía. Esto último un poco para introducirse en la búsqueda de material bibliográfico referente, no sólo específicamente a genealogías sino también a temas sobre, retratos, heráldica, órdenes eclesiásticas y militares, institucionales, metodología y numeración genealógica, etc.
Justino Terán (†)
Links Útiles para comenzar una Investigación:
- Formularios para Registros de Bautismos y Matrimonios
- Software de Genealogía
- Archivos Eclesiásticos
- Recursos de Búsqueda
- Y recorrer Apellidos Italianos donde encontrarán muchos mas .....
En estos artículos conocerán las bases para comenzar una investigación genealógica, propia o ajena. La Genealogía es una ciencia en la que se aprende día a día según los desafíos que se nos van planteando.
Pero, las verdaderas bases para encarar una investigación genealógica son: Pasión y Paciencia!!
Como nos sucede a todos los que comenzamos, la genealogía se convierte en una pasión, ya que es una herramienta para vincularnos con nuestros antepasados. Los sentimientos nos llevan a conectamos con el interés por conocer nuestros orígenes y la memoria familiar inconsciente nos obliga a buscar datos concretos. Hemos heredado el patrimonio cultural de aquellos que nos precedieron y una vez que conocemos parte de nuestra ascendencia queremos averiguar más y más.
Conocer el origen de nuestro apellido es fascinante y está en nosotros saber más sobre quienes lo portaron, este es el legado más hermoso para dejarle a nuestros hijos y nietos.
Mi objetivo es mostrarles el camino a seguir y despertarles el pensamiento deductivo para interpretar por dónde podremos continuar.
Hay muchos caminos que recorrer y mucha familia por conocer!!
- 1- Qué es la Genealogía
- 2- Un poco de Historia
- 3- Tips Básicos para Comenzar
- 4- Por Qué y Para Qué Investigamos
- 5- La Familia: Primera Fuente - Testimonios Orales
- 6- Fuentes Primarias y Secundarias
- 7- Documentos en poder de la Familia
- 8- Las fotografías hablan
- 9- Otros Documentos
- 10- Denominación de Parentescos
- 11- Nomenclaturas Técnicas
por Analía Montórfano
Enero 2002 / Renovado y ampliado sept 2019
1- Qué es la Genealogía
La palabra genealogía es un vocablo griego “γενεαλογíα” y deriva de la palabra γένος (“genos”: raza, casta, familia; en plural "gene", γένη: clan) y del sufijo -λογία (“logía”: estudio, ciencia), que deriva a su vez de la palabra λόγος (“logos”). Luego la toma el latín “genealogĭa”. Es una de las ciencias auxiliares de la historia y trata del origen y descendencia de las familias (o de un linaje) a través de una realidad documental.
Los ascendientes y descendientes de un individuo conforman su genealogía, llevando el estudio exhaustivo a conocer en forma completa la historia de una familia.
La genealogía es una ciencia auxiliar de la historia que por medio del estudio de documentos fidedignos se ocupa en establecer el parentesco entre personas y familias y el origen, descendencia y alianzas de las mismas.
Se nutre de diversas fuentes de información escritas, pero siempre se debe comenzar por la tradición oral.
2- Un poco de Historia
La genealogía es una ciencia tan antigua como universal. Incas y Mayas, guardaban las genealogías reales en el Templo del dios del sol. Los textos evangélicos, en los que se hace constar el árbol de la familia de Jesucristo, constituyen una clara muestra de la importancia que tuvo la genealogía para los hebreos, lo mismo ocurrió con babilonios, griegos, romanos, y muchos otros pueblos.
Culturas asiáticas como la china y la japonesa, han otorgado gran importancia a los orígenes familiares. El emperador de Japón es un vivo ejemplo de una dinastía que se ha sucedido sin interrupción durante casi 2.000 años.
Para los árabes la genealogía ha sido fundamental para determinar la descendencia del profeta Mahoma.
Se puede decir que el movimiento genealógico en Europa occidental, comenzó en el siglo XVI, año 1500, cuando aparecen los registros donde están apuntados, tanto los destacados como las personas comunes del pueblo.
Estos registros coincidieron con la aparición de la monarquía en algunos países, y fueron ellos quienes insistieron en realizar registros veraces; la finalidad fue para poder cobrar impuestos, y además para ostentar honorables árboles genealógicos.
Entre el año 422 y 1000 es el periodo oscuro de la historia, donde la documentación escrita que la atestigua es mínima, y lo poco que fue escrito, lo hicieron los monjes irlandeses. Nada fue destinado a la vida diaria y menos al registro de familias de esa región.
Aunque hay escritos en Francia y España, anteriores a la época oscura, no es literatura con evidencias para aportes a la genealogía.
Ocurrió también que nobles y reyes deseaban a cualquier precio mostrar una relación de sangre con los personajes mas mitológicos y admirables. Por esta razón, los encargados de realizar los estudios genealógicos no dudaron en ser poco rigurosos como para satisfacer a sus ilustres clientes. La Edad Media constituye un periodo en el que se elaboran un buen número de genealogías falsas.
El siglo XVII marca un importante cambio en varios países europeos. Se introdujeron nuevos métodos de búsqueda e investigación que contribuyeron al desarrollo de esta ciencia y, sobre todo, a su fiabilidad. Es el período de los grandes genealogistas alemanes y franceses, del jesuita portugués Jerónimo de Souza, del inglés Dugdale y del español Luis de Salazar y Castro.
A partir de la segunda mitad del siglo XIX y la primera del siglo XX, la genealogía comienza a tomar rigor gracias a los trabajos de historiadores que se interesan por esta especialidad. En el año 1929 se celebra el I Congreso Internacional de Genealogía y Heráldica que reúne a los mas prestigiosos expertos de todo el mundo.
Comienzan a crearse asociaciones provinciales, comarcales, nacionales e internacionales que se reúnen de manera periódica para intercambiar opiniones y trabajos de investigación.
A partir de este momento es definitivamente reconocida como ciencia auxiliar de la historia, de la medicina (se pudo demostrar la transmisión genética de la hemofilia estudiando la descendencia de la reina Victoria I de Gran Bretaña), la sociología, etc.
Como se ve, es una ciencia que a través de los siglos ha ido creciendo y tomando importancia.
Una gran ayuda es el trabajo que se está llevando a cabo en algunos países que están transcribiendo y publicando en la web información de libros parroquiales, y otros documentos. Todavía son muy pocos, lamentablemente, ya que de esta manera además de facilitar la accesibilidad, se contribuye a la protección de estos antiguos documentos evitándose la manipulación. Dos buenos ejemplos de la publicación de estos registros son el País Vasco y los países escandinavos, donde a través de Internet se puede tener acceso a información desde siglos atrás.
Fuentes:
- Apuntes de la Sra Ana María Labaronnie
- Genealogía Fácil de Niké Ecociencia, Edit. RobinBook, 1998
- Diccionario Larousse Ilustrado, Edit. Larousse
- http://www.rae.es
- http://etimologias.dechile.net/?genealogi.a